Omar Sampedro, que a sus 36 años puede presumir de experiencia, asegura que en el Llanera no se rinde nadie, pese a que después de diez jornadas aparece como colista del grupo I de la Segunda RFEF. “Estamos a tiempo de todo, tenemos ahora cinco partidos antes del parón en los que hay que sumar”, señala Omar Sampedro Bernardo (Avilés, 5-6-85), ya preparado para volver a contribuir desde el campo tras superar una lesión de tobillo que le impidió participar en los tres últimos partidos.
“Los veteranos, aunque no participemos, tenemos que ayudar a los más jóvenes”, señala Omar, que el domingo, desde el banquillo, vio cómo se repetía el guión de los partidos de esta temporada: “Solemos estar siempre dentro, pero los detalles nos están matando. Los primeros quince minutos del domingo fueron para olvidar, pero después conseguimos que el Leganés B no volviera a tirar a puerta. El problema en esta categoría es que la gente es cada vez mejor en las áreas”.
Una carencia para el Llanera, limitado económicamente, de difícil solución: “Claro que no nos podemos medir con un Pontevedra, donde un solo jugador cobra más que todo nuestro presupuesto. Pero no nos podemos dar por vencido porque tenemos ejemplos como el del Marino el año pasado, que empezó muy mal y consiguió salvarse del descenso”.
Omar tampoco necesita mirar fuera para cargarse de razones: “Tenemos que creérselo, como en el último partido de la pasada temporada, cuando fuimos a Mieres y ganamos al Caudal con uno menos”. El veterano delantero cree que una de las claves es hacerse fuerte en el Pepe Quimarán, donde todavía no han ganado: “La salvación pasa por hacer un fortín de nuestro campo”.
“Nos hacen falta un par de resultados positivos, pero somos conscientes de que no llegan por arte de magia. Tenemos que confiar en nosotros y en este cuerpo técnico”, expone Omar Sampedro, que destaca el papel de José Luis Rodríguez y su equipo de trabajo: “Son unos ‘cracks’ para unir a la gente, para hacer vestuario. Y jugadores como Matías, Javi Sánchez o yo también asumimos esa responsabilidad. Cuando van las cosas mal es cuando más hay que ayudar”.
En todo caso, Omar recalca que la mala marcha deportiva no cambiará el espíritu del club: “Nos hizo ilusión subir con un equipo tan humilde. Fue histórico todo, la Copa, el play-off, el ascenso. Y ahora nadie se pone nervioso. José Luis tiene fuerza de sobra para seguir porque está convencido de que vamos a salir adelante”. También ayuda que el presidente, Miguel López Cedrón, fuera hace poco futbolista: “Es más fácil hablar con Miguel que con otros presidentes. Está todos los días con nosotros”.
Para alguien como él, que jugó diez temporadas en Segunda B, la nueva Segunda RFEF le parece “un poco extraña. Te quitas equipos potentes, como el Depor o el Racing, porque hay otra por encima, pero la exigencia es mayor que en Tercera. Hay jugadores muy buenos, con hambre de llegar al fútbol profesional”.
