La jornada para los asturianos de Segunda RFEF: crónicas, imágenes y puntuaciones

La Dana estaba prevista para la media tarde del domingo, pero se puede decir que en Avilés se adelantó recién sobrepasado el mediodía, tanto por los escarceos iniciales de la propia gota fría como por el ciclón granateado que acabó por devastar el Suárez Puerta. El Real Avilés, desabrigado y sin paraguas, se constipó.

Se esperaba un partido equilibrado. Primero, porque constantemente se apela a la igualdad existente en esta nueva Segunda RFEF. Segundo, porque Real Avilés y Pontevedra cabalgan muy parejos en la clasificación. Y tercero, porque se enfrentaban el tercer mejor local con el tercer mejor visitante.

Todos los pronósticos empezaron a tambalearse muy pronto, nada más iniciarse el minuto 4, cuando una triangulación entre Alberto Rubio y Diego Seoane desembocaba en Brais Abelenda, quien, sin oposición y a un par de metros en horizontal del punto de penalti, transformaba en gol un chut raso, con el interior, junto al poste derecho de Mario de Luis. La superioridad del Pontevedra acabaría extendiéndose por todas las zonas del rectángulo, pero especialmente se ponía de manifiesto en las bandas. Por la derecha se gestaba ese primer gol, pero es que por la izquierda Samu Araujo y Álex González tampoco daban tregua.

Distribuidos en 4-1-3-2, pivotando alrededor de Miguel Román, los galaicos tenían tiempo para todo. Distribuían, lanzaban y presionaban a un Real Avilés desorientado, nervioso en defensa y privado de la aportación habitual de Ánder Vidorreta, desubicado en el costado derecho. Menos podrá hacer el soriano en el próximo compromiso, cargado ya con la quinta tarjeta amarilla. En plena zozobra local, el Pontevedra olía sangre y recopilaba ocasiones en pies de David Soto, Álex González y, por dos veces, Charles. En el haber blanquiazul, sólo una, la del minuto 43, cuando Kilian Grant, tras recortar a Seoane, estrellaba el balón en el cuerpo de Pablo Cacharrón.

Si el Pontevedra dominó el juego en la primera parte, en la segunda salió dispuesto a dar un paso más, hasta monopolizarlo. Charles, además de protagonizar ocasiones, también se dejaba ver con una movilidad impropia de un jugador de 37 años. El belenense, de cabeza, reabría la ráfaga de sustos que Mario de Luis, de nuevo titular como lo fue en Salamanca, iba a sufrir en el segundo acto, a los que también se apuntaban Álex González –soberbio partido del ex extremo del Lealtad–, Yelco Pino o Martín Diz.

Cuando lo mejor para el Real Avilés era lo de seguir a un gol de la igualada, en el minuto 73 Miguel Román robaba el esférico a José Hualde, se lo enviaba a Abelenda y este ejercía de asistente para que Charles anotara el segundo gol. A favor de obra, el Pontevedra tenía otro abanderado en Yelco Pino, que aderezaba una actuación superlativa con la consecución del 3-0, magnífico en el quiebro y en el remate cruzado a media altura.

Cuando las cosas salen bien, Chiqui de Paz, como muchos entrenadores, no suele dejarse llevar por la clasificación. Pues en esta ocasión lo mejor quizá sea precisamente eso, echarle el ojo a la tabla. Al fin y al cabo, un señor equipo como el Pontevedra está ahora mismo a la misma altura que el Real Avilés. No es poco consuelo, pero está claro que toca corregir y volver a reaccionar.

Para Chiqui de Paz, el entrenador del Avilés, se juntaron ayer en el Suárez Puerta un mal día blanquiazul con un gran equipo enfrente. “Nos encontramos un señor equipo que nos superó totalmente durante todo el encuentro. Hemos sido inferiores y hay que reconocerlo. Con el buen pie que solemos tener, hoy (por ayer) no estuvimos tan acertados y el gol tan tempranero también nos afectó mucho”, analizó el técnico blanquiazul, que mira hacia adelante: “Los equipos buenos son los que responden de manera profesional y competitiva, y con corazón, a las derrotas. Afortunadamente, esta semana hay un día menos porque el sábado ya jugamos contra el Compostela y podemos resarcirnos. Hay que levantarse”.

Omar Sampedro salva un punto para el Llanera ante el Arenteiro (1-1)

Al Llanera se le sigue resistiendo la primera victoria en casa. Ayer empató 1-1 ante el Arenteiro gallego, uno de sus rivales directos, en el Pepe Quimarán. Los locales entraron mal al partido, aunque reaccionaron y tuvieron serias opciones de llevarse el encuentro._La entrada del mediapunta Omar Sampedro fue determinante para que los asturianos se llevasen al menos un punto.

Al Llanera le volvió a pasar factura un mal inicio, como en el anterior partido ante el Leganés B. La primera parte fue de dominio del Arenteiro, que tuvo varias ocasiones claras y se mostró superior.

A los catorce minutos llegó el primer gol visitante. El tanto llegó tras un saque de esquina botado por Álex Fernández. Renán cazó un rechace en el área del Llanera y fusiló con la izquierda la portería de Miguel del Río. El Llanera intentó atacar tras recibir el tanto y tuvo una ocasión tras un disparo lejano de David Crespo, que se fue ligeramente por encima del larguero.

En el descuento de la primera parte, el Arenteiro tuvo una gran ocasión para el 0-2 y dejar encarrilado el partido. Otra vez Renán, en esta ocasión de falta directa, puso en apuros a Miguel del Río. Con el 0-1 se llegó al descanso.

La segunda parte arrancó con un mejorado Llanera, que tenía una marcha más en ataque y gozó de acercamientos claros. Omar Sampedro salió del banquillo y revolucionó totalmente el partido para los locales. Al minuto de estar en el campo remató al palo con la izquierda y él mismo cazó su propio rechace. Su tiro salió rozando el larguero. Poco después metió el gol del empate tras una bonita jugada.

Celles le dio un pase desde la derecha y a la altura de punto de penalti Sampedro metió la puntera y batió al meta del Arenteiro Diego García. 1-1 y el partido abierto. Los gallegos botaron una falta poco después y la intervención de Miguel del Río fue providencial para evitar otro gol visitante. El Llanera atacó al final y gozó de una gran oportunidad en el descuento. Otra vez gracias a Omar Sampedro, que remató de cabeza, obligando a un defensa a sacar el balón bajo palos.

Con este empate, el Llanera se queda el antepenúltimo. En la siguiente jornada jugará contra el Marino de Luanco, en Miramar a las 17.00 horas del domingo.

El Marino vence al Palencia (2-0)

El Marino se reencontró con la victoria en Miramar, que no conseguía desde que superó al Ceares en la cuarta jornada. El equipo luanquín se llevó los tres puntos en un intenso partido, en el que brillaron sobremanera los dos guardametas, decisivos para que el marcador no fuera más amplio. Los locales ofrecieron su mejor versión, necesaria para superar a un rival que buscó la victoria desde el primer momento y creó muchas oportunidades. Con este triunfo, el Marino abandona los puestos de descenso.

Los dos porteros fueron protagonistas, evitando que se moviera el marcador, hasta que llegó el 1-0, en una gran combinación entre Guille Pinín y Nino, cuyo centro fue enviado a la red por Steven con un disparo cruzado. Tras el descanso, el Palencia arrinconó al equipo de Manel, que se defendió con acierto y volvió a tener en Buru a su salvador tras una acción de Álvaro. El Marino se sacudió un poco el dominio visitante y Guille evitó el 2-0 al rechazar un cabezazo de Morilla. El segundo gol llegó tras un rápido contragolpe llevado por Nino, que sirvió el balón a Julio Delgado para, tras internarse en el área, superar al portero palentino.