La llegada de Jorge González, Astu, al banquillo de Avilés en sustitución de Chiqui de Paz, además de romper la racha negativa que llevaba el equipo, un punto de doce posibles y tres derrotas consecutivas, supuso una “revolución” en el once, ya que el nuevo técnico cambió a medio equipo, cinco jugadores, en el partido ante el Leganés B. Le salió bien, ya que el equipo rompió la dinámica negativa y volvió a ganar (0-1) cinco jornadas después. Y, además, lo hizo ante uno de los equipos que estaba en mejor forma del grupo, ya que los madrileños acumulaban una racha de seis partidos sin conocer la derrota, con cuatro victorias y dos empates.
Astu optó por modificar el esquema que empleó Chiqui de Paz en el último partido ante el Móstoles, y del 1-4-2-3-1, se pasó al 1-4-4-2. En lo que se refiere a la alineación, los cambios de Astu con respecto al último equipo que alineó Chiqui de Paz empezaron por la portería. Davo, que había sido suplente en los últimos cuatro encuentros, ante Salamanca, Pontevedra, Compostela y Móstoles, regresó de nuevo a la titularidad que había mantenido con anterioridad, a excepción de la tercera jornada en la que unas molestias físicas le impidieron estar ante la Gimnástica Segoviana.
También volvió al once Nacho López. Ocupó su lugar habitual en el lateral derecho después de perderse las últimas cuatro jornadas por una rotura de fibras en el aductor de su pierna derecha. El lateral asturiano había sido titular hasta su lesión en todos los encuentros, a excepción de partido ante el Navalcarnero, en el que jugó los segundos 45 minutos. En el resto de la defensa, Astu, mantuvo los mismos jugadores que Chiqui de Paz, aunque con alguna variación en los puestos. Estellés, que ante el Móstoles ocupó el lateral derecho, jugó en Madrid de central formando pareja con Adri Gómez por la lesión Cristian Moreno, mientras que Juanmi Carrión siguió en el lateral izquierdo.
En el centro del campo, Astu apostó por la pareja Vidorreta-Pérez como pivotes, dos jugadores que fueron habituales en esa demarcación con Chiqui de Paz, que los alineó juntos en diez de los catorce partidos que dirigió al Avilés. En el último, ante el Móstoles, optó por Cárdenas como acompañante del soriano, que junto con Natalio es el jugador más utilizado en lo que va de temporada. Vidorreta jugó todos los partidos hasta ahora, a excepción del encuentro ante el Salamanca, ausente por acumulación de tarjetas amarillas. Las mayores novedades fueron en las bandas, ya que Astu se decantó por Cedrick para la derecha, con Hualde a la izquierda. Cedrick sólo había jugado cuatro partidos de titular, aunque había gozado de minutos en todos los partidos, mientras que Hualde, un jugador también habitual en los esquemas de Chiqui de Paz, ocupó la banda izquierda.
En el ataque, el nuevo técnico se decantó por la pareja Natalio-Ródenas. Con Chiqui de Paz en el banquillo los dos juntos habían coincidido en la mitad de los partidos, siete. Ródenas fue el autor del gol en la victoria en Leganés, con lo que acumula cinco en lo que va de Liga, por los seis de Natalio.
De cara al partido del sábado ante el Bergantiños, que se disputará a las 18.00 horas en el Suárez Puerta, se espera que el técnico de continuidad a la mayor parte del equipo que alineó ante el Leganés B. La única baja ya confirmada es la de Cristian Moreno, que sufre un esguince del ligamento del lateral interno de su rodilla izquierda y no estará disponible hasta comienzos del próximo año.
El club espera que Astu pueda sentarse el sábado en el banquillo, una vez que se resuelva el finiquito con Chiqui de Paz. El pasado domingo Matías Vigil, el segundo entrenador, Matías fue el que ejerció federativamente como primer entrenador.
