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Oviedo y Sporting, ajenos a la nueva limitación de aforo de los campos al 80%

La afluencia de aficionados al Tartiere y a El Molinón esta temporada deja un margen amplio de maniobra a los clubes

Aficionados en el Tartiere durante el último Oviedo-Sporting. | Ángel González

El Consejo Interterritorial de Salud acordó ayer reducir al 75 por ciento el aforo en competiciones profesionales deportivas en exteriores y al 50 por ciento en recintos interiores, ante la alta cifra de contagios provocada por la variante ómicron del coronavirus, de la que no se libraron una jornada más los principales clubes de las diferentes disciplinas deportivas.

La decisión adoptada por el Ministerio de Sanidad junto a las comunidades autónomas rebaja a esos porcentajes los espectadores máximos autorizados en los partidos de LaLiga de fútbol, que se reanuda este fin de semana tras el descanso de Navidad, y de la de baloncesto, que ya ha aplazado varios encuentros previstos para esta semana. Incluye también medidas para evitar aglomeraciones de público tanto en los accesos como en las salidas.

La ministra de Sanidad, Carolina Darias, detalló al término de la reunión con las comunidades autónomas que será obligatorio el uso de mascarilla y que no estará permitido fumar ni comer ni beber en ningún recinto deportivo. También hizo un llamamiento para que los espectadores cumplan estas medidas y abogó por que el público que acuda sea preferentemente local para evitar movilizaciones.

Al Oviedo las nuevas restricciones no alteran sus planes. No lo hacen de forma inmediata, ya que la medida se impone a partir del 1 de enero y el duelo ante la Ponferradina es mañana (14.00 horas) en el Tartiere (el Valencia anunció ayer que jugará ante el Espanyol con el aforo completo), ni tampoco a medio plazo. Las medidas afectan al número total de espectadores por lo que, argumentan desde el Oviedo, no tienen que realizar ninguna reubicación de asientos en el estadio. El límite de 75% en todo caso parece suficiente para que no haya problemas con el aforo.

Espectadores en el polideportivo de Pumarín. | Luisma Murias

El Carlos Tartiere tiene una capacidad de 30.500 espectadores, por lo que cantidad máxima de aficionados que podrán darse cita en el estadio será ahora de 22.875, muy lejos de los aforos que se están viendo esta campaña, con una clara tendencia a la baja respecto a los últimos años prepandemia. La media de seguidores en lo que va de curso en el Tartiere es de 8.968, el séptimo de Segunda División. El partido que registró más aficionados en las gradas fue el día del derbi ante el Sporting: 21.056 seguidores, a pesar de que las peñas rojiblancas renunciaron a acudir.

El Sporting está en una situación similar. La afluencia de espectadores a los últimos partidos fueron las siguientes: 7.300 ante el Alcorcón en Copa (7.300), 9.680 frente al Huesca en Liga, 7.000 ante el Ceares en Copa y 8.890 contra el Fuenlabrada en Liga. El aforo de El Molinón da un amplio margen para cumplir las nuevas imposiciones sanitarias. “Respetamos la decisión y aplicaremos las medidas para que en El Molinón haya el aforo que marcan las instituciones”, comunicó ayer el club.

Más afectado puede quedar el Unicaja Banco Oviedo Baloncesto. Aunque en principio las restricciones afectan a las competiciones profesionales, el club teme que el Principado tome nota y extienda la limitación de aforo de interiores al 50 por ciento a todos los recintos deportivos de la región. Teniendo en cuenta la escasa capacidad de Pumarín, eso provocaría la anulación en la práctica de todos los abonos vendidos para los tres partidos programados en principio para la Navidad y que fueron aplazados por los positivos. Entre esos partidos figura el OCB-Girona, con Marc Gasol como gran atractivo.

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