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Asturias no entra en la guerra de las carreras por montaña

La pugna por los ingresos de licencias y carreras, clave en el litigio judicial entre las federaciones

Dos participantes, en una edición anterior de la Travesera. LNE

Cambiar para seguir igual. Así interpretan los dirigentes de las federaciones asturianas de montaña y atletismo la reciente sentencia judicial sobre las competencias para organizar carreras. La Audiencia Nacional desestimó una demanda de seis federaciones autonómicas de montañismo –entre ellas la asturiana– y dio la razón a la española de atletismo, que podrá organizar competiciones de trail. Pero, por otro lado, define el trail-running como “carreras sin elevación”, lo que limita mucho su campo de actuación. En el fondo, según los deportistas, está la lucha por captar licencias, una de las principales vías de financiación de las federaciones. Aunque en Asturias, por una especie de pacto de caballeros, no ha habido conflicto.

“Ha sido una sentencia salomónica. Entendieron que había que contentar a las dos federaciones”, valoró Juan Rionda, presidente en funciones de la Federación de Montaña del Principado de Asturias (Fempa), que aporta datos históricos al debate: “Las carreras por montaña están en la asociación europea desde hace 50 años y en la federación española desde 2001. Hasta 2018 hubo un acuerdo por el que las federaciones de atletismo podían organizar carreras en la montaña con un máximo de 20 kilómetros y mil metros de desnivel positivo. Pero llegó Raúl Chapado a la presidencia de la Federación Española e incorporó el trail-running como modalidad de atletismo”. Como la Ley del Deporte establece la imposibilidad de que una modalidad deportiva se adscriba a más de una federación, seis territoriales de montaña presentaron un recurso ante la Audiencia Nacional con la clara intención de recuperar a los deportistas que tramitaban su licencia por la de atletismo. En la sentencia, del pasado 16 de diciembre, la Audiencia desestima la petición al considerar que “existen diferencias entre trail-running y las carreras por montaña, lo cual permite que puedan gestionarse por distintas federaciones”.

Pero en otro párrafo de la sentencia, la teórica derrota de los dirigentes de montaña queda muy relativizada, al considerar la Audiencia Nacional que cualquier carrera con elevación y que corone una cima o vaya hacia ella es carrera por montaña, y por tanto pertenece a la nacional o las territoriales de montañismo. Como la mayoría de carreras de montaña en España, y por supuesto en Asturias, tienen elevación y suben alguna cima, el margen para el atletismo se estrecha.

La Federación Española de Atletismo define el trail-running como “las carreras que tienen lugar en una amplia variedad de terrenos (incluyendo caminos de tierra, caminos forestales y senderos de vía única) en un entorno natural en campo abierto (tales como montañas, desiertos, bosques o llanuras) principalmente fuera de la carretera”. Mientras, la Federación Española de Montaña y Escalada dice que las carreras por montaña son “aquellas que se desarrollan por encima de los 2.000 metros de altitud, donde la inclinación mínima media sea superior al 6 por ciento, incluyendo partes con un 30 por ciento de inclinación. La dificultad de la escalada no puede exceder del grado II”.

La resolución de la Audiencia destaca que las carreras por montaña tienen “riesgos añadidos (grietas, chimeneas, escaladas, precipicios, crestas, cambios rápidos en la climatología…) que no afectan al trail-running”. Y añade que las pruebas de esta modalidad se desarrollan “en el entorno de la montaña, pero en ningún caso son carreras ‘hacia la montaña’, característica esta que solo es propia de las carreras por montaña”.

A diferencia de otras comunidades, Asturias se ha mantenido durante estos tres años ajena a cualquier conflicto por la competencia para organizar este tipo de carreras. “Nosotros estamos totalmente al margen de cualquier polémica”, recalca Ignacio Lacarra, responsable de trail de la Federación Asturiana de Atletismo. Y añade: “Lo único que buscamos es dar a nuestros federados lo que ellos demandaban desde hacía tiempo, que es la posibilidad de correr en el medio natural de forma reglada, igual que lo hacen en campo a través, en pista y en ruta”.

La territorial de atletismo solo organizó dos carreras de esta modalidad durante 2021: el Campeonato de Asturias Maratón Trail, Oviedo-Gijón, que también abarcaba categorías menores (sub-16 y sub-18) y el Campeonato de Asturias Ultra Trail “Por Donde Camina El Oso”. Lacarra destaca el espectacular aumento de licencias de trail, pasando de las 40 de 2020 a las 124 del año pasado, teniendo en cuenta que las licencias nacionales ya llevan incluida la parte correspondiente al trail, lo que las incrementa en varios cientos más.

Para la territorial de montañismo, las licencias específicas de carreras (370) suponen un porcentaje mínimo sobre las 14.697 que tramitó el año pasado. Una de sus directivas, Tensi Carmona, explica que la clave es que esas licencias solo cubren los entrenamientos y las pruebas. Un factor clave, según Carmona, es que, a diferencia de otras comunidades, los organizadores de pruebas en Asturias no necesitan la autorización de las territoriales. Solo cuando están interesadas en lograr la homologación, las organizaciones tienen que abonar un canon a las federaciones.

El Trail de Tamburiello vuelve el 9 de abril


Tras la suspensión en 2020 por la crisis sanitaria y el aplazamiento en 2021, el 9 de abril volverá a disputarse el Trail de Tamburiello, que se desarrolla en el concejo de Valdés. La prueba de trail-running, de 10 kilómetros y 550 metros de desnivel positivo, confía en agotar el cupo de inscripciones. El evento organizado por la Asociación de Vecinos San Pedro, de Setienes y La Granda, trae como novedad una carrera infantil solidaria, en la que la inscripción será el aporte simbólico de un alimento no perecedero.

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