Natxo Lezkano estaba “especialmente contento” por la victoria ante Palma. Un triunfo contra “uno de los de abajo” que les permite “recuperar sensaciones” después de perder con Melilla (79-78) y, sobre todo, en un partido en el que las cosas no salieron especialmente bien a su equipo: “Hemos peleado a pesar de no hacer un gran partido en ataque, pero sí en defensa, leyendo situaciones donde ellos son peligrosos”. Y es que, resumía el técnico del OCB, “cuando fallas hay que hacer otras cosas muy bien para ganar. Y las hemos hecho”.

Un triunfo, el décimo, que, , según reconocía Lezkano, les da confianza para afrontar el duelo del domingo (12.30 horas, Pumarín) ante el Estudiantes: “Veníamos de perder y si hubiéramos perdido hoy (por ayer), cuando ahora nos viene un coco, se hubiera hecho difícil con dos derrotas en la buchaca. Es importante ganar por la clasificación, tener diez victorias es muy bueno para nosotros para no tener una losa cuando juegas contra el mejor equipo de la Liga”, añadía.

Lezkano reconocía que el domingo será un día especial, uno de esos en los que se espera a Pumarín lleno y apretando en uno de los duelos que tanto gustan a la parroquia carbayona: “Probablemente es un partido histórico, contra un equipo que lo habitual es verlo por la televisión. Jugar aquí contra Estudiantes es especial, le va a gustar a todo el mundo; a los entrenadores, a los jugadores y al público. Además, el domingo por la mañana es ideal para que haya un gran ambiente; a ver si somos capaces de ser competitivos y hacer un buen partido. Y que gane el OCB”, añadía.

En cuanto al partido de ayer, reconoció que “es muy fácil destacar a Kamba, que ha hecho un partidazo en ataque y en defensa, pero todo el mundo le ha ayudado muy bien, hemos sido capaces de parar a Van Beck, que es un peligro constante, y a todos su jugadores, que tienen mucha calidad”.

También reconoció que en algunas facetas el equipo no atraviesa por su mejor momento: “No estamos finos y se nota la falta de confianza de algunos jugadores. Hemos visto renuncias a tiros, muchos fallos debajo del aro en situaciones que deberían entrar”. Por eso, Lezkano insistió en que estaba especialmente contento porque “cuando no metes hay que hacer otras cosas muy bien. Hemos sido humildes”, concluyó.