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Baloncesto | LEB Oro

El OCB mete la quinta y se sube al tren del play-off

El Unicaja Banco Oviedo supera a un duro Coruña y suma cinco triunfos en los seis últimos partidos

Arteaga lanza un gancho ante la oposición de Hamilton. | Irma Collín

El Unicaja Banco Oviedo sumó ayer una victoria en un partido durísimo ante el Leyma Coruña que le relanza en su lucha por disputar el play-off de ascenso a la ACB y que confirma el buen momento por el que atraviesa el equipo azul. Los de Natxo Lezkano han ganado cinco de los seis últimos partidos que han disputado, dejando resuelto el objetivo de la permanencia y colocándose entre los ilustres secundarios de la competición, los que, por detrás del trío de cabeza, Granada, Estudiantes y Lleida, aspiran a meterse entre los nueve primeros y, a poder ser, a pelear por el cuarto y quinto puesto que otorga el factor cancha en el play-off. La pelea va a ser dura, con rivales de mucha calidad, como Palencia, Castelló y Alicante, entre otros, pero el solo hecho de que el OCB esté en ella es digno de elogio y tiene un mérito enorme.

Como lo tiene el encuentro que sacaron adelante ante el Leyma Coruña, en el que tenían delante un equipo que le superaba en el aspecto físico, con jugadores de un talento descomunal, como Löfberg, exjugador del OCB, o Soluade, uno de los objetos de deseo cada año de los mejores equipos de la Liga. Por dentro, un pívot como Ward hacía que la baja de Kabasele se presumiera un auténtico drama para los locales. Pero ahí estuvo Oliver Arteaga, con 39 años, para aguantar el envite, mantener siempre en buen lugar la bandera del OCB y sostener al equipo disputando 34 minutos y fajándose con todos los rivales que se le pusieron por delante.

La potencia física del rival hizo que algunas de las virtudes del OCB fueran discutidas, como su capacidad de coger rebotes ofensivos (el Coruña cogió once y el Oviedo seis). El Oviedo Baloncesto, por su parte, también se aprovecho de las bajas en la posición de base el Leyma Coruña para hacerse con el ritmo del partido y para intentar imprimirle una velocidad más acorde con el perfil de sus jugadores. El acierto de Jorgensen y el talento de Lundqvist permitieron a los azules irse con una exigua ventaja (16-14) tras un primer cuarto en el que ya habían quedado planteadas las claves del partido, con un Ward que castigaba una y otra vez reboteando y anotando.

Jorgensen comenzó el segundo cuarto igual, anotando y anotando. Cinco puntos suyos y un triple de Atencia dispararon la ventaja azul a siete puntos (25-18), todo un mundo en un partido así, y obligaron al técnico visitante, Sergio García, a pedir un tiempo muerto a 7 minutos del descanso. Los ajustes del técnico del conjunto gallego fueron efectivos y el parcial de 2-9 que le siguió empató el partido a 27 y obligó a Lezkano a pedir un nuevo tiempo muerto a 3.25 del descanso.

El choque se estaba jugando en la cancha y también en los banquillos, con dos técnicos de mucha experiencia y que se conocen a la perfección (Sergio García fue muchos años ayudante de Lezkano en Palencia) buscando los resquicios por los que se podía hacer daño al rival. El combate fue prácticamente nulo al descanso, con dos puntos de ventaja para los locales (34-32) tras una genialidad más de un Olle Lundqvist al que es una gozada ver en Pumarín. Un polideportivo que, como en las grandes ocasiones, también jugó un papel importante, con las gradas más llenas que en los partidos que le han tocado disputar entre semana.

Buena parte de la victoria del OCB se cimentó en el tercer cuarto, cuando apareció Kamba, que había tenido una primera mitad gris, para darle el empujón que le hacía falta a su equipo. Lo hizo siendo valiente, atacando el aro, y también con acierto. Fue Kamba y el trabajo enorme e impagable de Sean McDonnell lo que permitieron al OCB sujetar al Leyma Coruña en los momentos más difíciles (se llegaron a poner 41-44 a 5.25 de acabar el tercer cuarto) y poner una ventaja de cinco puntos (57-51) con la que afrontar un último cuarto que se presentaba apasionante.

Y lo fue, aunque las defensas de los dos equipos y los nervios en los momentos calientes llevaron a que se solventara con un pírrico 10-9. Tras los aciertos iniciales de Elechi para Oviedo, Javi Vega para Coruña y Atencia de nuevo para el Oviedo, que pusieron el marcador 62-54 a 8.08 de acabar, las canastas llegaron con cuentagotas. Una de Ward redujo la distancia a 6 puntos a 5.59 de acabar y ahí se quedó congelado el marcador, con errores continuos en los dos lados, hasta que un punto de tiro libre de nuevo de Ward la redujo a cinco (62-55) cuando ya solo quedaban 3.04 por disputarse.

Una canasta a la contra de Olle Lundqvist a 1.54 del final despejaba el camino del OCB (64-57) que sentenció a continuación, con un par de acciones de Kamba, un partido que fue duro de roer, disputado, vibrante, muy emocionante y que cayó del lado local gracias a que encontró el acierto en los momentos claves, a que fue capaz de afrontar la dureza física que puso el rival al partido y a que este equipo casi siempre encuentra el camino que le lleva al lugar deseado.

Lezkano: “El play-off es el objetivo”


El entrenador del Unicaja Banco Oviedo ya dejó entrever tras la victoria ante el Prat que el objetivo ahora era el play-off y tras la de ayer frente al Coruña lo dejó muy claro: “Está claro que el objetivo ya es el play-off”. Si bien, Natxo Lezkano advirtió de que el calendario que le queda al OCB por delante es duro: “Nos quedan muchos partidos y muy difíciles”. El primero de ellos el jueves, a las 19.30 horas, en la cancha del Gipuzkoa. En cuanto a la victoria del OCB ante el Leyma Coruña, Lezkano elogió la virtud de los suyos para igualar el tono físico de su rival: “Tras el partido que perdimos en Valladolid fuimos capaces de subir nuestro nivel físico y eso se ve en partidos como este, en el rebote y en otros aspectos”. Un partido que, dijo, “fue táctico, estratégico” y en el que “no destacó el la calidad individual de los jugadores”. Eso sí, un encuentro de mucha entrega: “Nadie dio un balón por perdido”, dijo el técnico del OCB, que consideró clave que estuvieron “más frescos en momentos importantes”.

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