Nacho Canal (Oviedo, 1972) es uno de los organizadores de la “Oviedo Cup”, el torneo de fútbol base que llena la capital asturiana en Semana Santa y arranca hoy. Canal celebra la vuelta de esta cita tras lo peor de la pandemia.
–¿A qué se dedican en los últimos días de la Oviedo Cup?
–Volvemos a revisar los horarios por enésima vez y nos aseguramos que todo está bien montado. Es importante que la distribución de los hoteles sea la correcta y que esté todo cuadrado. Los voluntarios que van a estar en los campos quedan pendientes de la última reunión y tienen una aplicación donde ven los resultados en directo.
–¿Cuánta gente trabaja en el equipo de la Oviedo Cup?
–Durante el torneo, unas 120 personas. En los días previos somos diez.
–¿Qué tendrá de especial esta edición?
–Esta será la Oviedo Cup de la vuelta a la normalidad y solo por eso es muy importante. Además, vamos a hacer un concurso entre los chavales, que consiste en que graben un vídeo mandando su experiencia.
–¿Percibe miedo por el covid?
–No, creo que todos hemos perdido el miedo. En la organización de la Oviedo Cup tenemos respeto, pero no miedo. De hecho, cuando empezó la vacunación a los niños tuvimos un aluvión de inscripciones y batimos todos los récords.
–¿Llegaron a temer por la supervivencia del torneo?
–Lo pasamos mal, muy muy mal. El covid nos pilló cuando faltaban tres semanas para celebrarlo, con todo organizado y el gasto hecho. Económicamente fue un palo tremendo y también desde el punto de vista moral. Pero, como el trabajo estaba bien hecho y la cosa mejoró, la gente vuelve.
–¿La Oviedo Cup va a más cada año?
–Sí, hay muchísimo interés en participar y hay equipos que lamentablemente no pueden hacerlo. Tuvimos que hacer una fase previa precisamente por eso, porque no podemos inscribir más equipos.
–¿Por qué no pueden?
–El torneo no sería viable, es triste que se queden niños fuera con la ilusión que tienen, pero no podemos ampliar el cupo y hacer jugar a los chavales cinco partidos al día. Tenemos que respetar la competición y estamos ya al límite.
–¿Notan la colaboración de otros sectores?
–Muchísimo. Estamos encantados, por supuesto, con el Ayuntamiento de Oviedo, cuyo apoyo es máximo desde todos los puntos de vista, tanto económico como humano. Nos dicen que sí a casi todo. Como organizadores siempre nos gustaría tener más apoyo económico, porque si tuviésemos más dinero haríamos más cosas. En vez de poner seis ambulancias, pondríamos ocho. También podríamos retransmitir los partidos por internet. Pero estamos contentos como estamos. Las asociaciones, como la del Comercio del Antiguo, así como varios locales, se han volcado con nosotros.
–¿Está lo suficientemente arraigada la Oviedo Cup en Asturias?
–Una vez que empezamos a crecer en participantes conseguimos muchas sedes de fuera de Oviedo y eso se nota. Estamos completamente adaptados a todos los puntos de la región.
–La Oviedo Cup nació en 2006, si le dicen que en 2022 tendría esta dimensión, ¿se lo creería?
–Para nada, porque no nos marcamos un objetivo. Sí que es cierto que desde el principio quisimos hacer un torneo grande, que calase en la ciudad, pero no pensamos para nada en estas cifras ni en este volumen. Creo que hemos cumplido con creces: tenemos 400 equipos.
