Jugadores, cuerpo técnico y directiva del Unicaja Banco Oviedo celebraron el triunfo ante el Lleida el sábado en Pumarín como el de la confirmación de su entrada en el play-off de ascenso a la Liga ACB. Sin embargo, nadie se atrevía a asegurar si la clasificación era matemática por las múltiples combinaciones que ofrece una categoría muy igualada a la que únicamente le quedan por disputar dos jornadas. Y el caso es que el OCB lo tiene prácticamente hecho, pero no del todo. Hay un resquicio, una posibilidad, de que acabe la Liga en el décimo puesto y, por tanto, fuera de las eliminatorias. Tendría que darse una extraña carambola que se explica a continuación.
Antes de mirar a otros marcadores, el Unicaja Banco Oviedo puede fiarse de sí mismo. El viernes, en jornada unificada a las 21 horas, el equipo de Natxo Lezkano recibe al Melilla en Pumarín, una cancha en la que no pierde desde que recompuso el equipo con las llegadas de Hansel Atencia y Olle Lundqvist. Si el OCB gana ese partido, su pase a los play-off será matemático.
La posibilidad de que la temporada acabe en decepción pasa, entonces, por que los ovetenses caigan en los dos partidos que les restan, en casa ante el Melilla y en la última jornada en la pista del Estudiantes, donde los madrileños serán claros favoritos. Si se producen estos dos últimos tropiezos, el equipo de la capital del Principado terminaría la competición con 18 victorias y 16 derrotas.
La combinación fatal para el OCB vendría determinada por un triple empate con el Castelló y el Valladolid, una vez que el Gipuzkoa quedó fuera de las cuentas del OCB con su derrota de ayer en la pista del Juaristi. El empate ha de ser única y exclusivamente con castellonenses y pucelanos. El resto de triples y cuádruples empates, aunque pudieran retrasar en la clasificación al equipo asturiano, conllevarían una serie de resultados que le meterían en los cruces, aunque fuese de noveno.
El triple empate mencionado requiere que se produzcan determinados marcadores. El Castelló debería perder el viernes contra el Coruña y ganar en la última jornada al GBC; el Cáceres, perder en la jornada 33.ª ante el Valladolid y ganar en la 34.ª al Granada, que podría llegar ya ascendido. El Valladolid, tras ganar al Cáceres, tendría que derrotar en el cierre al Palma. Si se producen todos y cada uno de estos resultados, y el OCB cae en sus dos compromisos, Coruña y Cáceres serían 6.º y 7.º; Castelló, 8.º; Valladolid, 9.º, y el OCB, décimo.
A la hora de resolver un empate, lo primero que se mira son los triunfos entre los equipos implicados. Al equipo de Lezkano le condenarían sus dos derrotas ante el Castelló, tanto en Oviedo como en la ciudad mediterránea. El Castelló sumaría tres triunfos; el Valladolid, dos, y el OCB, uno, contra los pucelanos en Pumarín.
Por otro lado, la derrota del Estudiantes en su pista ante el Palencia deja abierta de par en par la puerta del ascenso al Granada. Los andaluces, con un proyecto al alza en los últimos años, serán nuevo equipo ACB si vencen al Almansa el viernes en su pista.
