El Unicaja Banco Gijón acabó pagando los platos rotos del fracaso del Bera Bera en la Copa de la Reina. Las donostiarras venían a La Arena con un doble objetivo, lavar su imagen y, sobre todo, lograr matemáticamente el título liguero a falta de tres jornadas para el término de la liga. Y dejaron claro desde el inicio que lo de la Copa fue un accidente y que hoy por hoy es, con diferencia, el mejor equipo femenino del balonmano español.
El Unicaja Banco Gijón marcó primero y esa fue la única ocasión de todo el partido en la que estuvo por delante. Luego el Bera Bera fue un ciclón. Cristina Cabeza había advertido de que dejar correr al conjunto vasco era poco menos que un suicidio, pero una cosa es decirlo y otra muy diferente conseguir evitarlo, y ayer el Unicaja Gijón no pudo hacerlo.
El Bera Bera tiene una defensa muy fuerte y presionante que roba muchos balones o provoca pérdidas y errores, y cuando cometes uno montan la contra y en dos pases ya están en la portería rival. Una jugada que se repitió varias veces ante la desesperación de la entrenadora del equipo gijonés.
Con todo, el Unicaja Gijón aguantó la primera parte, aunque siempre por detrás y haciendo la goma, ya que veía como su rival se escapaba de tres o cuatro goles para luego reducir esa diferencia.
Al descanso se llegó con ventaja visitante de cuatro tantos. Pero lo pero aún estaba por llegar, porque en la segunda mitad la defensa vasca fue aún más asfixiante y para colmo la portera, Maddi Aalla, sacó numerosos balones, incluso en disparos claros para las gijonesas.
El Bera Bera se puede permitir el lujo de mantener ese elevado ritmo tanto en defensa como en ataque porque cuenta con una plantilla de un gran nivel y además poblada de efectivos. Todo lo contrario que Cristina Cabeza, y a medida que pasaban lo minutos el cansancio también empezó a influir en el desarrollo del partido.
“¡Nadie baja los brazos, se lucha hasta el final!” advertía la entrenadora en los tiempos muertos, pero el Bera Bera fue ampliando la diferencia hasta el punto de que la suerte del partido estaba vista para sentencia a falta de muchos minutos. Las gijonesas solo pudieron marcar 8 goles en toda la segunda parte, 2 en los últimos 15 minutos, y pasó lo que la lógica dictaminaba antes del inicio.
El Bera Bera logra su tercera liga consecutiva cuando todavía quedan tres jornadas para el final. Las donostiarras solo cedieron tres puntos, una derrota ante el Málaga y un empate en la cancha del Porriño, lo que muestra su superioridad. Al final, celebración junto con alrededor de medio centenar de aficionados que se desplazaron a Gijón.
Al Unicaja Gijón se le está haciendo muy cuesta arriba el tramo final de la liga, en la que tiene como objetivo acabar segundo, aunque el momento de forma en el que llega y el calendario que tiene por delante, Rocasa, Sant Quirze y Málaga, no es para ser optimista.
