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Un asturiano sigue mandando en Kosovo: otro doblete de Víctor Alonso con reto añadido

El gijonés repite triunfo en Liga y Copa con el Besa Famgas y abre nueva etapa: “La próxima temporada jugaré y seré segundo entrenador”

Víctor Alonso, con el título de Copa logrado el pasado fin de semana. | LNE

La temporada ha terminado mucho mejor de lo que empezó para Víctor Alonso (Gijón, 1990). Firmó en junio por el Nes Tziona israelí, pero cuando aterrizó allí en septiembre, las cosas empezaron a torcerse. La rotura de un tendón en su mano izquierda y las continuas evasivas del club para tramitar el permiso de residencia de su familia le llevaron a volver a hacer las maletas en noviembre. Una llamada del presidente del Besa Famgas de Kosovo, el club en el que había ganado Liga y Copa la campaña anterior, lo cambió todo. Regresó a la que meses antes había sido su casa para repetir doblete, conquistando la Copa horas antes de su conversación con LA NUEVA ESPAÑA. “La próxima temporada, además de jugar, haré de segundo entrenador”, desvela el gijonés. Le van los retos a pares.

“Lo hemos disfrutado un poco y mañana (por hoy), a pasar por quirófano en Pristina”, cuenta Víctor mientras de fondo se escucha la llamada al rezo desde una mezquita cercana a su casa, en Peja, al oeste de Kosovo. La intervención será para corregir la lesión que se produjo en Israel y le ha llevado a terminar la temporada con uno de sus dedos prácticamente doblado. “El acuerdo que tenía con el presidente del Besa Famgas era el de firmar hasta diciembre de 2022 y que el club asumiera la operación. Si hubiéramos pasado de ronda europea con el Besa Famgas me habría operado antes. No fue así y esperamos al final”, explica. Su familia ya ésta en Asturias para iniciar las vacaciones. Él confía en llegar en poco más de una semana, a tiempo para animar al Base Oviedo en la fase de ascenso. “Hay que apoyar todo lo que sea balonmano asturiano”, subraya.

Víctor se siente importante en Kosovo. A la buena marcha del equipo se une el reconocimiento que palpa a su alrededor, tanto a nivel de contrato, como por parte de la figura del Besa Famgas: Nikola Prce. El bosnio tiene mucho que ver también en el desafío que se le presenta para la próxima campaña. “Nikola se va a convertir en el entrenador principal y ha sido el que me ha ofrecido ejercer de su segundo. Los dos vemos el balonmano de la misma manera y cree que, como voy a seguir jugando, puedo ayudarle también a corregir desde dentro de la cancha”, detalla.

Le queda mucho balonmano. Aunque lleva un par de veranos con planes alternativos preparados por si decide retirarse, asegura que se ve “muy bien físicamente”, y eso es el mejor estímulo para olvidarse de fechas de caducidad. “Lo que me falla más es la cabeza cuando toca, por ejemplo, iniciar pretemporadas. Ahí sí hay cierto cansancio mental”, reconoce. En todo caso, no descarta seguir ampliando fronteras. “Me han llamado varios clubes de Israel”, dice, reconociendo que le ha quedado una espinita clavada y que no le disgustaría volver a probar en esa liga. No será, en todo caso, en el Nes Tziona. Cuando se le cuestiona por la opción de volver a competir en España, la respuesta es como la de su deseo de jugar con la selección: prácticamente, un imposible.

Padre de dos niñas, Victoria y Martina, los planes de Víctor Alonso siguen siendo los de disfrutar, si es posible, por partida doble.

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