El judoka asturiano Adrián González logró la medalla de bronce en la prueba de la Copa de Europa junior celebrada el pasado fin de semana en Málaga. González, del Judo Club Avilés, fue el representante español en la categoría de más de 100 kilos y se midió a rivales de gran nivel, como el japonés Mitsuki Sugawara, el ucraniano Oleksii Halaka, el alemán Paavo Ploehnert y el estonio Karl Priilinn Turk.

Pese a las molestias que sufría en su tobillo y muñeca derecha, Adrián González fue capaz de situarse entre los tres mejores en la liguilla de su categoría, tras vencer a Ploehnert. El judoka avilesino también valoraba su nivel tras haber vuelto a la competición hace tres años: “Es superarme a mí mismo porque tuve una lesión muy grave de espalda y todavía me da algo de respeto competir”, destacó.

De hecho, la lesión todavía influye en su rendimiento deportivo. “Es la rotura de un pico de una vértebra. No es una tontería. Estamos hablando que si se llega a salir la médula ósea me quedo en silla de ruedas. Durante cinco años estuve sin competir y me dan algo de miedo las caídas. Hace dos años no podía imaginar estar en una cita como esta y me va a marcar”, aseguró.

Carlos Fernández, entrenador de Adrián González, señaló que se trata de “un gran resultado porque acudíamos a esta cita con la intención de aprender con judokas que están en el top 10 a nivel mundial. Hay mucho camino que recorrer, pero una medalla a nivel europeo nos ayuda a continuar y nos hace situarnos. En definitiva, tenemos que seguir trabajando porque estamos ante un peso pesado muy joven, aún por formar, y hay que ir paso a paso, sin quemar etapas y buscando mejoras tácticas y técnicas que nos ayuden a crecer”.

“Nos ha costado un montón sacarlo adelante desde que era un crío”, añadió Fernández sobre su pupilo, que a sus 19 años tiene un gran futuro por delante. Lo más inmediato para él serán los entrenamientos de tres días con el combinado nacional y, a la vuelta a Avilés, la última jornada de la Liga Nacional con su club.