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Fin a una exitosa etapa del Oviedo Baloncesto: Natxo Lezkano no seguirá tras clasificar dos años seguidos al equipo para el play-off de ascenso

"Me voy triste pero con una profunda sensación de haberlo dado todo", dice el técnico vasco, que suena para algunos de los banquillos más importantes de la LEB Oro

NACHO LEZKANO, EN PALENCIA. MIKI LOPEZ

El Oviedo Baloncesto se queda sin el que ha sido su timón durante las últimas dos temporadas. El entrenador vasco llegó a Oviedo en la temporada 2019-20, cuando el equipo estaba en puestos de descenso y con el objetivo de salvar la categoría. Tras una importante victoria frente al Leyma Coruña, la Liga se paró por la pandemia del covid-19. La siguiente temporada, Lezkano siguió en el OCB y, a pesar de las apreturas económicas, logró clasificar al equipo para el play-off de ascenso tras acabar la temporada quinto clasificado en la segunda fase y siendo apeado de la lucha por subir a la ACB precisamente por el Leyma Coruña.

Esta pasada temporada las cosas no mejoraron en el club asturiano en cuanto a lo económico y, de nuevo, la dirección deportivo y el entrenador se vieron obligados a exprimir al máximo el mercado para hacer un equipo competitivo. Y, otra vez, volvieron a hacerlo con éxito, logrando meter otra al equipo en la lucha por el ascenso tras acabar sextos la Liga regular. La reciente eliminación ante el Palencia puso punto final a una temporada en la que Lezkano sacó al equipo mucho más rendimiento del esperado. La derrota en Pumarín en el tercer partido fue el último partido dirigido por Lezkano para el OCB.

El entrenador vasco ha querido despedirse con una carta en la que reconoce que se va "triste pero con una profunda sensación de haberlo dado todo". Las dificultades económicas que, una vez más, tiene que afrontar la entidad asturiana y el interés de algunos de los mejores equipos de la LEB Oro, uno de los más fuertes el del Andorra, que podría ser su próximo destino, han hecho imposible para el OCB retener a uno de los entrenadores más cotizados de la competición. Y eso que la disposición de Lezkano para seguir, en caso de contar con un proyecto un pco más ambicioso, era muy grande. De hecho, en su carta de despedida, Lezkano reclama un "mayor apoyo para el club". "El trabajo que están haciendo para la ciudad es impresionante y sería una tragedia que dejaran de hacerlo por falta de medios", añadió.

Lezkano quiso despedirse con una carta que se reproduce a continuación:

En marzo de 2020 llegué a Oviedo con muchas ganas e ilusión y agradecido al OCB por darme la oportunidad de trabajar en un club como éste. Me encontré un grupo humano excelente; implicado y con muchas ganas de trabajar. Desgraciadamente, llegó la pandemia y nos mandó a todos a casa.

La temporada siguiente, la situación económica del club cambió de manera drástica y tuvimos que hacer un equipo joven e inexperto. Fue una temporada única; con muy buen juego (lástima que los aficionados no nos pudiesen ver en directo por culpa del Covid) y resultados, en la que aprendimos mucho y que nos enseñó a ser resilientes de verdad.

Esta última temporada hemos tenido muchísimos problemas desde el principio pero que hemos ido sorteando con paciencia, trabajo duro y actitud positiva; lo que creo que ha calado hondo en todos los que formamos el club. Somos mejores ahora. Después de un tiempo de reflexión y muy a mi pesar, toca marchar. No sin antes agradecer al club su interés por renovarme. Me siento querido y valorado.

Me voy triste pero con una profunda sensación de haberlo dado todo. Han sido temporadas muy duras pero muy satisfactorias a todos los niveles. Profesionalmente, las cosas no han podido salir mejor, habida cuenta de los recursos con los que contábamos; y personalmente, he tenido la suerte de conocer personas maravillosas, tanto dentro como fuera del club, que han hecho que estos dos años en Oviedo vayan a ser inolvidables para mí.

Gracias a Fernando y a Héctor, por confiar en mí.

Gracias a tod@s los miembros del club: directivos, cuerpo técnico, cuerpo médico y jugadores. Vuestra implicación, trabajo, esfuerzo y talento han hecho que estas dos temporadas tan difíciles fueran un éxito. Gracias a los medios de comunicación por el respeto y trato recibido.

Y por último, gracias a los aficionados del OCB. Vuestras muestras de cariño son un regalo impagable que me llevo conmigo.

Me despido no sin antes reclamar mayor apoyo para el club. El trabajo que están haciendo para la ciudad es impresionante y sería una tragedia que dejaran de hacerlo por falta de medios.

¡MUCHAS GRACIAS, OVIEDO!

Once OCB, forever OCB.

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