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Entrevista de LA NUEVA ESPAÑA al exentrenador del Oviedo Baloncesto

Natxo Lezkano explica las razones de su marcha del OCB: “Para seguir en Oviedo necesitaba un proyecto sólido a corto y medio plazo”

“Es una tragedia la falta de apoyo al OCB, hay mucha gente detrás, es un referente de la ciudad que vive un momento complicado y necesita ayuda urgente”

Natxo Lezkano durante un entrenamiento del Oviedo Baloncesto en Palencia antes de un partido del play-off de ascenso a la ACB MIKI LOPEZ

Los problemas comenzaron para el Unicaja Banco Oviedo Baloncesto antes del play-off de ascenso a la ACB y continúan después que el Zunder Palencia les dejara fuera de la lucha por acceder a la máxima categoría. Antes, los carbayones supieron que Unicaja dejará de ser su patrocinador principal a partir del 30 de junio y después, el sábado pasado, que su entrenador, Natxo Lezkano, no iba a renovar.

El técnico vasco (Portugalete, Vizcaya, 1972) ha tomado la decisión tras constatar las dificultades del club asturiano para desarrollar un proyecto de futuro que le diera garantías para, al menos, competir con los mejores de la LEB Oro. La experiencia y los buenos resultados que ha obtenido Lezkano a lo largo de su trayectoria le convierten en un entrenador muy cotizado, que estudia ahora ofertas importantes, como la del Andorra, equipo recién descendido de la ACB en el que podría recalar la próxima temporada. En estos momentos, Lezkano se está tomando un respiro en Bilbao antes de anunciar cuál será su futuro y de afrontar otro de los retos que tiene este verano, como es la clasificación para el Mundial de baloncesto de la selección que dirige, Costa de Marfil.

–¿Le ha costado tomar la decisión de dejar el OCB?

–Ha sido una decisión difícil, el club atraviesa por un momento complicado ahora mismo; tenía que tomar esta decisión, pero no ha sido fácil.

Natxo Lezkano, con McDonnell. MIKI LOPEZ

–¿Qué tenía que haber pasado para que siguiera?

–Que el club tuviera un proyecto deportivo sólido a corto o medio plazo. No hablo de ascenso, pero al menor ir creciendo de la mano. Eso es un poco lo que me da pena, es algo que se pudo dar cuando llegué pero que, por circunstancias, no se ha podido dar ahora.

–En su carta de despedida dijo que se va triste. ¿Por qué?

–Han sido dos años muy buenos a nivel personal y a nivel deportivo, en los que he forjado relaciones personales muy buenas. El club tiene a muy buenos trabajadores, personal y profesionalmente, y estábamos trabajando muy bien juntos. Y, fuera del ámbito deportivo, un poco lo mismo. Cuando estás contento y feliz en un sitio, duele marcharse.

Encima, en lo deportivo el Oviedo Baloncesto hace las cosas muy bien y es paradójico que, haciendo las cosas bien, no pase nada y mejore su situación

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–También advierte de que “sería una tragedia” que el OCB dejara de hacer “el trabajo que está haciendo” por una falta de apoyos.

–Es que es una tragedia. El club funciona bien, tiene una estructura sólida, una cantera con niños y niñas, padres y madres, un montón de gente que está detrás; es algo necesario para Oviedo, es un referente en la ciudad en muchos aspectos y ahora mismo está viviendo una situación complicada y necesita de apoyos urgentes. Encima, en lo deportivo hace las cosas muy bien. Es paradójico que, haciendo las cosas bien, no pase nada y mejore su situación. Lo que ha ocurrido es algo anómalo, el nivel que se ha alcanzado en lo deportivo no refleja la realidad del club.

Natxo Lezkano grita durante un partido del Oviedo Baloncesto IRMA COLLIN

–¿Contempla la posibilidad de volver algún día al Oviedo Baloncesto?

–Nunca hay que descartar nada. Las relaciones personales con la gente del club son muy buenas. Además, me gusta la ciudad, el club y lo que se está haciendo. Quizás, algún día, podamos volver a encontrarnos.

–¿Las dificultades que ha tenido en el OCB han sido un desafío para usted?

–Ha sido un reto tener una idea y transformarla para adaptarte a la situación, cambiar todo a la carrera. El primer año tuvimos que hacer un equipo con muchos jugadores de riesgo y el segundo ni tuvimos esa posibilidad de fichar a jugadores de riesgo. Nos hemos tenido que reinventar, que adaptar, estar continuamente en alerta, en constante evolución; ha sido un reto constante y, entre todos, porque esto no es algo solo del entrenador, hemos conseguido que las dos temporadas hayan sido buenas.

El primer año tuvimos que hacer un equipo con muchos jugadores de riesgo y el segundo ni tuvimos esa posibilidad de fichar a jugadores de riesgo

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–¿Considera que estas han sido dos de sus mejores temporadas?

–Cada una de las temporadas ha tenido sus retos, en algunos era salvarte y en otros estar arriba. Lo que sí que han sido es muy exigentes a nivel físico y mental.

–¿Alguna vez había tenido tantos problemas para confeccionar la plantilla?

–Pocas veces. Recibí muchos noes de muchos jugadores con experiencia en la Liga e incluso de ‘rookies’ que nos decían que no sin tener otras ofertas. Este año ha sido especialmente complicado porque ni siquiera pudimos terminar de confeccionar la plantilla, nunca pudimos fichar al base americano que buscábamos, por ejemplo.

Héctor Galán y Natxo Lezkano en un entrenamiento en Palencia antes del segundo partido del play-off MIKI LOPEZ

–¿Cuál ha sido el momento más complicado en el Oviedo Baloncesto?

–Quizás el primer año que pensamos que podíamos tener un presupuesto determinado y luego chocamos con una realidad en la que ese presupuesto se redujo muchísimo. Este año la marcha de Harald Frey fue también un golpe grande para todos.

Recibí muchos noes de muchos jugadores con experiencia en la Liga e incluso de ‘rookies’ que nos decían que no sin tener otras ofertas

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–¿Y el mejor?

–Quizás la respuesta del público siempre, sobre todo en los momentos difíciles. El público de Oviedo es una gozada. Me da mucha lástima que mucha parte de la temporada pasada no pudieran disfrutar del equipo. Eso, más allá de los éxitos deportivos, es lo que me llevo.

–¿Está orgulloso de la evolución que han tenido algunos de sus jugadores durante su etapa en el equipo?

–Una de las cosas más gratificantes que tiene entrenar es esa, ver evolucionar a los jugadores jóvenes y a los no tan jóvenes. Un ejemplo de eso es Oliver Arteaga, que sigue siendo muy importante en esta Liga. Me voy contento y orgulloso del trabajo, que no ha sido solo mío, ahí está el resto del cuerpo técnico, médicos, fisios y toda la gente que trabaja en el club. Pero sí, ese aspecto es de los más gratificantes que hay.

–¿Le volveremos a ver por Pumarín?

–Volveré siempre que pueda a Oviedo. Tengo muchos amigos allí. Ya iba de vacaciones a Asturias antes y este verano volveré a ir por allí.

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