Ana Eva Cavielles Longo, natural de Prunales, núcleo rural del concejo de Parres, es una de las protagonistas de la Fiesta de las Piraguas, aunque en su caso fuera del agua: desde la atalaya del puente Emilio Llamedo Olivera, donde pone voz a uno de los momentos más emotivos y esperados de los prolegómenos de la salida del Descenso Internacional, cantando el "Asturias, patria querida". Este sábado volverá a hacerlo.
–¿Cómo la eligieron para cantar el himno de Las Piraguas en el Sella?
–Surge a raíz de mi participación en el Concurso para Jóvenes Valores de la Canción Asturiana, en el Teatro Campoamor, de Oviedo, donde quedé subcampeona, y Emilio Llamedo –quien fuera presidente del Comité Organizador del Descenso internacional del Sella y que falleció a finales de julio de 2011– me llamó para cantar.
–¿Qué se siente desde el estrado con decenas de miles de personas escuchando?
–Se siente muchísima responsabilidad y a la vez mucha emoción. El Sella siempre es especial.
–Tras dos largos años de pandemia por el covid-19, ¿piensa que esta edición es especial?
–Va ser un día especial y, al mismo tiempo, emotivo para todo el mundo. Es muy importante poder rescatar de nuevo el Descenso Internacional del Sella.
–¿Qué recuerdos guarda de cuando le acompañó con su guitarra Óscar Proy, cantautor australiano con raíces familiares en Margolles, en 2018?
–El recuerdo de Óscar Proy es muy bueno. Lo hablamos todo en inglés y nos entendimos perfectamente en cuanto a la música. Todo salió bien. Además, es una persona encantadora. Espero tener oportunidad de volver a verlo.
–¿Le pone nerviosa ese momento, cuando se acercan las 12.00 horas de la gran cita deportiva?
–Cuando llega ese momento, en el puente que lleva el nombre de Emilio Llamedo Olivera se para el tiempo. Es algo muy difícil de expresar si no sientes el Sella. El dar la salida del Descenso Internacional es un gran honor y siempre piensas en la responsabilidad que tienes. Una vez empiezas a cantar es muy emocionante.
