Esta primera y frenética semana de agosto en el seno del Real Avilés tuvo ayer nuevo capítulo de la serie de presentaciones. El turno fue para Primo y Orfila, dos jugadores que, además de veteranía, guardan como denominador común el hecho de no haber conocido la derrota en su condición de visitantes en el Suárez Puerta, con el Tropezón y Compostela, en el caso del atacante, y con el Sporting B y Racing Santander, en el del zaguero.

Primo Conde, de 29 años y natural de la sugestiva comarca cántabra de Trasmiera, es, en palabras del director deportivo, Astu González, un delantero que responde a las características solicitadas por Emilio Cañedo: experiencia y versatilidad para intervenir tanto por el ataque interior como exterior. Procede del Compostela, en el que, de sus dos etapas, ofreció mejor rendimiento en la primera, antes de su breve paso por el fútbol islandés: "Fue fácil decidirme por Avilés. Estoy más cerca de casa, me he encontrado un gran vestuario y vengo a aportar, más como jugador de equipo que de individualismos. Mi objetivo más inminente es ponerme en forma". No será fácil, pero el ariete tratará de que la afición se olvide de los goles de Alberto Ródenas.

Más conocido en el fútbol asturiano es Pedro Orfila, último en engrosar un plantel realavilesino al que aportará contundencia y rigor posicional. Aunque su localidad de influencia es Luanco, veía su primera luz en el paritorio del Hospital San Agustín, a un kilómetro escaso de las porterías que ahora va a salvaguardar. Con el fichaje por el Real Avilés reabre dos particulares "déjà vu", el del alevín que vistió la blanquiazul durante los últimos años del pasado siglo y el del ya maduro profesional que vuelve a Asturias tras nueve temporadas por buena parte de la geografía nacional, las tres últimas en Palma de Mallorca, donde ejerció de capitán para el histórico Atlético Baleares: "Tenía ganas de volver, me llamaron y rápidamente me hice a la idea de firmar por el Real Avilés. Estoy muy contento". Central reconvertido desde el lateral diestro, el luanquín espera con impaciencia el segundo test de la pretemporada: "Mañana (por hoy) saludaré a muchos amigos que tengo en el Sporting".