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La ovetense Daniela Sevillano, campeona del mundo junior de longboard: "No me rendí en ningún momento y conseguí ganar"

“En el mundo del surf entré con 5 o 6 años haciendo cursillo de verano en San Juan de la Arena”, confiesa la deportista

Daniela Sevillano, en Salinas, con su tabla de longboard y el trofeo de campeona del mundo junior. Maria Fuentes

Daniela Sevillano (Oviedo, 2005) llega a la playa de Salinas y no para de saludar a surfistas. Su espontaneidad y amabilidad sorprende en una persona de su edad, que normalmente no se muestran tan abiertas cuando ven una cámara delante. Junto a su tabla de longboard no para de recibir enhorabuenas de sus compañeros de playa. Da igual la edad, todos se acercan para tener unas palabras de cariño con esta joven ovetense. Ella, siempre con una sonrisa en la cara, atiende a todo el mundo sin problemas. El sábado 23 se proclamó campeona de Europa con la selección española y ahora se encuentra en casa saboreando su éxito. “Es imposible que el éxito se le suba a la cabeza. Ella ha sido siempre así y sabe perfectamente lo que está pasando”, comenta Araceli, su madre. Sevillano acaba de triunfar a nivel europeo gracias al surf, pero no es el único deporte que domina. Ahora mismo también practica judo y balonmano, y a lo largo de su carrera ha probado otros como tenis o fútbol. Una auténtica todoterreno que toca el oro allá por donde va.

“No podría escoger entre un deporte u otro, es como elegir entre mamá o papá”, confiesa Sevillano. En judo, deporte en el que entró con apenas 3 años, ya es cinturón negro y ha conseguido ser campeona de España en 2019, campeona de España de katas en 2022 y subcampeona en combate también en 2022. “Mis padres querían que hiciese un deporte que me sirviese para la vida, y el judo me sirve para defenderme. Con 6 años me fui a vivir a Francia y me empezó a gustar más, lo que me llevó a competir. Al volver a Asturias me apunté a un club en Oviedo”, cuenta Daniela.

“En el mundo del surf entré con 5 o 6 años haciendo cursillo de verano en San Juan de la Arena”, comenta la deportista. En la época que se fue a vivir a Francia juntos a sus padres tenía al lado de su casa una escuela de surf, lo que favoreció su afición. “Los miércoles y los findes no tenía clase, por lo que aprovechaba para ir a entrenar al mar, Iba todas las semanas, e incluso nos llevaban a otras playas”. El problema llegó a su vuelta a Asturias. “Cuando volví deje de lado el surf. Entrenaba muy poco, iba más en verano. Me quise centrar en otros deportes y no tenía tiempo para todo”, dice la surfista. La cuarentena, aunque suene extraño, fue la clave para su regreso. “A partir de la pandemia si te federabas podías salir de casa a entrenar. Mi padre decidió que quería comprar una tabla de longboard y yo se la solía coger. Esto me sirvió para reengancharme. Me encantó. En septiembre del 2020 me dejaron una mejor unos amigos de mis padres para entrenar y en diciembre ya compre una para mí”, apunta. 

A pesar de sus éxitos, Daniela Castellano no tiene un entrenador que la ayude a la hora de preparar una competición. “No sé cómo aprendí. Aquí hay mucha cultura de longboard, por lo que al ver a la gente y con el ambiente se te pega el estilo. No tengo entrenador porque en Asturias no hay nadie que de clases”, indica la deportista. A pesar de ello, pudo alzarse con el Campeonato de España que se celebró en Salinas en el año 2021. Ese título le sirvió para recibir la llamada de Román Díez y Ricardo Palomeque, seleccionadores españoles. “Me llamaron para hacer dos o tres entrenamientos al año en Colunga. Este año nos dieron la oportunidad a mi y a mi compañera de entrenamientos Alaitz Castro de ir con el equipo español de Longboard a Senegal. Fuimos 10 días a entrenar con gente mayor, de la categoría Open. Fue una locura. Es una experiencia super buena y un cambio cultural impactante. Que lo haya podido hacer con la selección de surf es muy grande”, explica.

Oro en tenacidad

Tras realizar más entrenamientos con la selección, Daniela Sevillano fue convocada para el Europeo, que se celebró en Portugal. “Tuvimos que ir 4 días antes para probar las horas y entrenar. Durante ese periodo entrené 3 horas por la mañana y 3 por la tarde. Fue una experiencia muy buena, pero también dura e intensa”. Todo ello se vió recompensado con el oro, aunque ni ella misma se esperaba ese resultado. “La primera manga fue la más complicada porque tenía miedo al error. Se me dio mejor de lo que esperaba, y me sentí muy apoyada por el grupo”, señala. Pero a pesar de arrancar con buen pie, en la segunda ronda la mala suerte hizo acto de presencia. “Me caí y quedé tercera, lo que me hizo caer a la repesca. Esto fue un handicap, porque tenía que hacer el doble de mangas que las chicas que iban por el cuadro principal, pero también me sirvió para tener rivales de menos nivel”, comenta Sevillano. Tras superar esta fase, y con un gran agotamiento físico, se plantó en la final. “En la final yo estaba entre el tercer y cuarto puesto. Las condiciones eran muy duras, era una playa con muchas corrientes y con olas muy largas, algo que dificulta mi trabajo sobre el tablón. Sabía que tenía que mejorar ese cuarto puesto, tanto por mi como por el equipo, por lo que decidí esperar para coger la ola decisiva. Mientras surfeaba sonó la bocina, y aunque salí contenta, no me esperaba que fuese para tanto. Tardaron en dar las puntuaciones y cuando me lo dijeron, que ya estaba reunida con el equipo, fue un cúmulo de emociones y una sensación muy gratificante”, narra la joven con orgullo. “Mi experiencia puede servir a la gente. No me rendí en ningún momento y al final conseguí hacerme con el oro. El esfuerzo, aunque tarde, siempre tiene su recompensa”, afirma.

A la dificultad de no tener entrenador Sevillano le suma que tampoco cuenta con sponsors, por lo que todo el esfuerzo económico pasa por sus pares. “Loading Xixón, unos chicos de Gijón, me apoyan bastante haciendo vídeos, reportajes y dando ropa, pero nada más”, reconoce la ovetense. A pesar de no contar con alguien que le obligue a entrenarse, Daniela cuenta ser una persona muy constante y que siempre intenta dar el máximo en los entrenamientos. “Gracias al judo creo que soy así. Tengo que dar siempre el máximo para estar contenta. Aunque no tenga entrenador siempre quiero estar al 100% para no sentirme mal”, confiesa. Este curso inicia Segundo de Bachiller, lo que incluye la famosa EBAU, pero eso no le impide seguir pensando en deporte. “Soy una chica que gracias al deporte soy súper organizada. Ahora igual me toca anteponer los estudios al surf, aunque siempre que pueda voy a intentar sacar tiempo para practicar”, augura Sevillano, que sueña con matricularse en Ingeniería de Diseño Industrial. Por esfuerzo y sacrificio seguro que no va a ser, como demuestra cada vez que se sube a una tabla de surf.

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