Los ovetenses Claudio Álvarez y Miguel Fontela dicen que golpean mejor la bola cuando el día está casi nublado y corre un poco la brisa, así que ayer sabían que la última jornada del XXVIII Torneo de golf de LA NUEVA ESPAÑA, Trofeo Unicaja Banco, pintaba bien. Los dos amigos, un ingeniero industrial y un empleado del mundo de la cosmética, fueron la pareja con mejor puntuación de la jornada, pero sus buenos resultados les hicieron coronarse también como ganadores de la categoría absoluta de un certamen que ellos mismos tildan como "un clásico" en la región. "Viene gente de toda Asturias, y también de fuera, así que el nivel fue muy alto. Tuvimos suerte", agradecieron los jóvenes. En esta edición, el torneo, que toma como sede el campo de La Llorea de Gijón, aglutinó a 534 participantes, una cifra que refuerza el crecimiento constante de la cita deportiva.
Álvarez y Fontela completaron su recorrido con un "eagle", nueve "birdies", dos "bogeis", seis pares y 45 puntos Stableford. Junto a ellos, destacó la destreza en el campo de los gijoneses Elena Arias y Javier Neira, ganadores de la primera categoría tras un magnífico recorrido con 62 impactos, 10 golpes bajo par del campo, y con los que, al jugar con hándicap 3 negativo, obtuvieron 43 puntos Stableford. Arias y Neira tienen, respectivamente, 22 y 19 años, y ambos estudian en Estados Unidos, donde afinaron una técnica que ya habían puesto a prueba en el torneo de LA NUEVA ESPAÑA en ediciones anteriores. Ayer, sin embargo, fue la primera vez que jugaron juntos. "Para nosotros es un honor haber ganado el torneo más grande del verano", agradecieron.
En la categoría "scratch", por su parte, resultaron ganadores los ovetenses Claudio Alperi y Cristina Riu, que jugaron con 3 golpes bajo par del campo. Ayer no pudieron acudir a la entrega de premios. Por edades, los principales galardonados fueron, por un lado, el ovetense Hans Sarmiento y la gijonesa Julia Izquierdo. Ganaron en la categoría sub-21. Tienen tan solo 16 años y ayer recogieron sus galardones con cierta timidez, pero ambos aseguran tener ya bastante experiencia en el "green". "Llevamos varios años jugando, pero esta vez nos salieron mejor las cosas. El campo estaba muy bien cuidado", destacaron los jóvenes. En la categoría senior quedaron en primera posición los amigos Francisco Javier González, empleado del sector minero, y José Ángel Pérez, médico avilesino. "Nos salió bien este año, pero fue en gran parte gracias a mi compañero. Disfrutamos mucho", aseguró Pérez.
En las otras tres jornadas de torneo, resultó campeona por puntuación el primer día la pareja compuesta por José Alberto Fernández y Anuska Fernández, padre e hija gijoneses. Quedaron también en segunda posición de la primera categoría. Ella, a sus tan solo 17 años, empezó a jugar en El Tragamón y después en Castiello. Tiene previsto estudiar Medicina. "Conozco bien el campo, jugué muchas veces aquí", señaló la joven, que explicó que quiso jugar con su padre para "compensarle por todos los madrugones" que él se pega para llevarla a competir por torneos de todo el país. Neira y Arias fueron la mejor pareja del segundo día de torneo. Los del tercero fueron los hermanos Pelayo y Enol Tiesta, que luego se hicieron también con el primer premio de la segunda categoría. "Para nosotros el golf es un ‘hobby’ y llevábamos tiempo sin competir. Fue una sorpresa", agradeció el primero. La lista de ganadores se completa con Miguel García y Florinda Pérez (quedaron segundos en la categoría senior), Guillermo y Antonio Calvo (segundos de la segunda categoría), Javier y Jorge Helguero (terceros de primera categoría) y Juan Pastor y Alejandro Álvarez (terceros de segunda categoría).
En cuanto a los premios especiales para los que consiguieran hacer "hoyo en uno" en el 8 y 16 de La Llorea, un año más se quedaron sin ganador. El golpe que dejó la bola más cerca del hoyo 16 fue realizado por José Alberto Fernández, que la dejó a escasos 90 centímetros. “Salí con el ‘drive’ y el viento en contra. La bola botó poco antes de green y rodando entró en dirección a bandera y pensé que entraba, pero no. Fue un subidón de adrenalina” recordó el jugador.
