Aunque se dedica a los banquillos, Roberto Robles (Gijón, 1987) podría pasar por bombero. Tras coger al Oviedo a mitad de temporada, hace casi ya 10 años, la campaña pasada llegó al Langreo para salvarle del fuego del descenso. Una vez logrado el objetivo, este año afronta un nuevo reto. Durante seis cursos estuvo dentro del fútbol base de varios equipos españoles (Alavés, Deportivo, Hércules y Oviedo) y ahora vuelve a coger un proyecto desde el inicio para hacerlo a su imagen y semejanza. El objetivo está claro: que los fuegos del pasado no vuelvan a aparecer.
–¿Qué ha cambiado del Roberto Robles del Oviedo al actual?
–Han pasado muchos años, pero la esencia sigue siendo la misma. La época del Oviedo me pilló muy joven. Además, tuve que dar el salto del juvenil al primer equipo en la época de la llegada de Carso, cuando estaba todo en el aire. Ahora, con 35 años, tengo más experiencia, pero sigo queriendo lo mismo, sacar el máximo rendimiento a mis jugadores y crecer.
–¿Cómo fue su llegada el Langreo, con la temporada ya empezada?
–La situación que tenía el equipo eran complicada. Habían cosechado varios malos resultado y no estaban teniendo fortuna. Yo llegué con mucha ilusión y ganas. El objetivo era continuar en la categoría y lo conseguimos. Teníamos un grupo muy bueno y queríamos darle continuidad.
–Y tras salvar al equipo llegó la renovación.
–Desde el primer momento ya me habían planteado la continuidad, aunque descendiésemos. La verdad es que queríamos sacar al equipo adelante y luego valorar la situación. Estoy muy contento en Langreo y quiero hacer un buen año, por lo que decidimos seguir juntos.
–Con tanta experiencia gestionando talento joven, ¿va a tratar de explotar esa faceta en el Langreo?
–El club tiene una perspectiva clara sobre eso. Quieren hacer crecer la institución en base a la gente joven. En el primer equipo intentamos matizar en ese sentido. Yo no miro el DNI. Para mí cualquier jugador tiene margen de crecimiento, pero con los jóvenes intentamos centrarnos más.
– Este año hay 13 caras nuevas. ¿Cree que puede ser demasiada revolución?
–No lo llamaría revolución. Cada año hay grandes cambios porque el presupuesto es limitado. Aquí vienen los jugadores para relanzar su carrera, tenemos un porcentaje de gente que van a hacer un buen año y que seguro que la rompen. Tenemos que asentarnos en lo futbolístico, hay una serie de jugadores que van a debutar. Nos lo tomamos con tranquilidad.
–¿Qué propuesta plantea?
–El planteamiento tiene que ser acorde a los jugadores, un entrenador debe adaptarse a los futbolistas. Tenemos un perfil de plantilla muy dinámico, presionante, con ritmo y contragolpeador, por lo que intentaré potenciarlo.
–¿Cómo está viendo al equipo en este inicio de temporada?
–Bien, a pesar de los resultados. Diferentes detalles nos están condicionando a nivel de puntuación, pero estamos tratando de corregirlos para ir a por la victoria.
–¿A qué detalles se refiere?
–No hemos estado acertados en las segundas jugadas, a la hora de realizar el último pase ni para finalizar acciones en el área. Es normal, tenemos varios jugadores nuevos que todavía tienen que acoplarse al equipo. Hay que acoplar las piezas, pero el proceso nos está costando puntos.
