La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

El Alimerka Oviedo, con pundonor a pesar de estar destrozado por las lesiones, se acaba haciendo más daño en Palencia (88-63)

El equipo de Trifón Poch, que terminó jugando con cuatro asturianos juntos, se vuelve preocupado por el estado físico de dos jugadores más, Adriá Domenech y Ángel Comendador

Alonso Meana, con el balón, defendido por Alec Wintering Víctor Quintana

El Alimerka Oviedo Baloncesto difícilmente se podía plantear ganar el partido de hoy ante un rival tan complicado con el Palencia disponiendo de seis jugadores de la primera plantilla, dos de los cuales venían además tocados. Por lo tanto, el resultado final, la victoria por 88-63 del Palencia, responde perfectamente al guion esperado.

Los objetivos en la cancha del conjunto asturiano iban eran otros y de los dos principales tan solo se pudo cumplir uno: dar una imagen digna de un club que a lo largo de toda una década se ha ganado el respeto de la LEB Oro, que sí se logró, y volverse a Asturias sin más percances físicos, algo que no sucedió: Adriá Doemench se torció el tobillo y se perdió toda la segunda parte y Ángel Comendador se retiró de la cancha apoyado en sus compañeros en el tramo final del duelo.

Tras el encuentro, Poch dejó claro que ninguno de los que no estuvo en la cancha del Palencia podrá estar la próxima jornada disponible, ya que les quedan unas tres semanas para recuperarse, es decir, el sábado en casa ante el Burgos seguirán sin estar Shaquille Walters, Thorir Thorbjarnarson, Niguel Pruitt, Craig Lecesne y Romeo Crouch. La única duda puede estar en Marc Martí, que no jugó pero estuvo en Palencia, y que se encuentra en el tramo final de su recuperación de la grave lesión de rodilla que sufrió la pasada temporada. Si a este panorama se le unen dos lesiones más, la situación es difícil de sostener. Más aún teniendo en cuenta el sobreesfuerzo que están acumulando los jugadores del primer equipo que sí están participando. El esfuerzo de Chuso González, con un dolor enorme en la zona dorsal tras el anterior partido que se perdió frente a Cáceres, fue encomiable. Lo dio todo hasta que ya no le quedaba un gramo de fuerza y el dolor le dificultaba hasta lanzar tiros libres.

Otro que, ataviado con una máscara tras romperse la nariz ante el Cáceres, se dejó el alma en la pista por su equipo fue Alonso Meana, cuajando además un partido muy destacable a pesar de los pesares y de los difícil que es tener que hacerlo todo y todo el rato. Y Oliver Arteaga, siempre Oli, sabiendo que pude terminar pagando tantos esfuerzos pero dando una y otra vez una lección a los jóvenes de la plantilla sobre lo que significa ser un profesional. Al pívot sí que se le terminó reservando porque si el capitán se rompe difícilmente el barco podrá seguir navegando en estas circunstancias.

El sol saldrá para el OCB pero, de momento, la tormenta se ha estancado y no corre una brizna de aire que permita sospechar que pueda escampar rápido. La próxima semana llegará Aleksandar Andrejević, el pívot serbio con el que se ha reforzado el Alimerka Oviedo, y puede que dada la situación el club intente hacer algún movimiento más, pero es complicado porque ya hay una plantilla, lo que pasa es que está toda en la enfermería.

En cuanto al partido ante el Palencia, el análisis es complicado. Una vez que no hubo aplazamiento, la obligación de cualquier deportista es salir a ganar del mayor número de puntos posibles, ese es el mayor respeto que además se le puede hacer al rival. Y eso hizo el equipo de Pedro Rivero desde el primer instante, marcando unas distancias en el marcador que ya fueron irrecuperables para un esforzado OCB. Lo bueno para el equipo carbayón es la responsabilidad que están cogiendo algunos jugadores que a lo mejor no estaba previsto que fueran a ser tan protagonistas. Ángel Comendador cuajó un muy buen partido y, con el físico del que dispone, puede que se esté asistiendo al despegue de un escolta de mucho nivel. Algo parecido sucede con Adriá Domenech, aunque en este caso, ya más bregado en la LEB Oro, sí que se esperaba de él ese salto que efectivamente está dando. Una pena que los dos se fueran lesionados.

Curiosamente, a pesar de que la segunda parte se preveía la más complicada para el OCB, fue en el tercer cuarto cuando se vio lo mejor de los de Trifón Poch. Intensos en defensa, con Arteaga sumando en ataque y Chuso González y Alonso Meana entendiéndose a la perfección, el Alimerka Oviedo llegó a rebajar la desventaja a trece puntos (57-44) tras un triple de Noah Bigirumwami a 6.18 de acabar el parcial. Pero el Palencia reaccionó y un par de triples del exjugador del OCB Kamba volvieron a disparar la ventaja local a más de veinte puntos (68-46 a falta de 4.04 para terminar el cuarto).

El final del partido fue un ejercicio de supervivencia por parte de los visitantes, ya que una vez que Noah Bigirumwami fue expulsado por hacer cinco faltas a 6.35 de acabar el choque, Trifón Poch decidió no devolver a la cancha a Oliver Arteaga para evitar riesgos innecesarios. El quinteto del OCB en ese momento lo formaron Alonso Meana, Chuso González, Fernando Suárez, Jorge Arias y Ángel Comendador, sin jugadores interiores, con dos canteranos, y uno de ellos, Arias, de 16 años. Pero es que todavía tuvo que entrar a cacha el naviego Mario Méndez, con lo que hubo cuatro asturianos en pista al mismo tiempo: Alonso Meana, Jorge Arias, Fernando Suárez y Mario Méndez. Todos ellos anotaron y Arias terminó jugando 27 minutos.

Una situación extremadamente anormal por la que atraviesa el OCB en este inicio de temporada y ante la que solo hay un camino: seguir hacia adelante hasta que las cosas vuelvan a su sitio. Lo más importante, a pesar de las tres derrotas con las que han comenzado el curso, es no perder la calma y tratar de ir construyendo cosas. Nunca llovió que no escampara.

Compartir el artículo

stats