El sueño cumplido de Almudena Sanz: La tenista ovetense, tras su experiencia estadounidense, triunfa en el nuevo circuito master

Almudena Sanz con West Alabam. |

Almudena Sanz con West Alabam. | / A.S.

Almudena Sanz (Oviedo, 1991) siempre soñó con dedicarse profesionalmente al tenis y lo está consiguiendo. Viéndose muy atrás en el ranking de la WTA, la tenista ovetense se ha volcado en el ITF Master Tour, un circuito para jugadores de 30 años o más en el que ha cerrado 2022 como número uno en individuales y en dobles y número 3 en mixtos. Sanz empieza el año llena de energía y dispuesta a afrontar dos grandes retos, el torneo de Hong Kong en febrero y el Mundial de Turquía en marzo. "Mi intención es subir lo más posible en el ranking y seguir arriba en el Master, una competición que está en crecimiento", afirma Almudena.

El sueño cumplido de Almudena Sanz

El sueño cumplido de Almudena Sanz / Mario Rodrigo

La deportista asturiana creció con una raqueta en la mano, compaginando competiciones en Asturias y en Castilla-León. Con 18 años se planteó la primera disyuntiva, y sus padres insistieron en que priorizase los estudios. La joven apostó por una vía que le permitiese a la vez estudiar y seguir jugando, y aceptó una beca de la universidad estadounidense de Idaho. En el campus de Moscow, tristemente de actualidad por el asesinato de cuatro estudiantes mientras dormían, forjó su carrera la asturiana. "Tuve la suerte de competir a gran nivel mientras cursaba estudios de Ciencias del Deporte", explica Sanz, que llegó a jugar contra la mexicana Giuliana Olmos, actualmente en el "top ten" de la WTA en dobles. La experiencia americana le enganchó: "Me encanta el sistema del deporte allí".

Terminados sus cuatro años en Idaho, Almudena ingresó en el mundo profesional. Llegó a rondar el puesto 700 del ranking de la WTA, pero donde cuajó fue en los ITF Master +30, una competición nueva (antes solo jugaban en veteranos los mayores de 35 años). Fue nombrada jugadora del año 2021, superando los efectos del covid. El pasado 2022 le trajo otra buena experiencia, el regreso a Estados Unidos. "A través de uno de mis entrenadores en Idaho fiché unos meses por West Alabama, para hacer el master y tratar de quedar campeones de la segunda división. Perdimos la final con Barry".

El circuito master le permite cumplir su sueño de dedicarse profesionalmente al tenis. "Empieza a haber algo de dinero, pero quiero intentar conseguir el mejor ranking posible, ahora lo he perdido por marcharme a Estados Unidos. En el futuro me gustaría ser entrenadora, con la experiencia que estoy adquiriendo".

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