Raúl Blanco pone los goles en el Unión Financiera Balonmano Base Oviedo: "Soy un privilegiado"

El extremo derecho del conjunto ovetense advierte de la dificultad de la lucha por la permanencia: "Va a estar todo muy ajustado"

Raúl Blanco celebra uno de sus goles el sábado ante el Ciudad Real en Vallobín. |

Raúl Blanco celebra uno de sus goles el sábado ante el Ciudad Real en Vallobín. | / BBO

Antonio Lorca

Antonio Lorca

El Unión Financiera Base Oviedo tiene por delante un final de temporada complicado, con una segunda fase en la que se va a jugar la permanencia con otros nueve equipos, de los que cinco bajarán a Primera Nacional. La victoria (29-25) el pasado sábado ante el Ciudad Real fue un primer paso hacia ese objetivo y les permitió colocarse líderes de ese grupo que luchará por seguir en División de Honor Plata. Uno de los protagonistas de esa victoria fue Raúl Blanco, asturiano, de 27 años, que ha regresado esta temporada a casa para compatibilizar el balonmano con estudios y trabajo. En Oviedo se reencontró con Nacho Huerta, con el que jugó en la última temporada del Juanfersa gijonés en Liga Asobal, cuando él era un joven de 18 años.

"Estamos con confianza y fue muy importante para nosotros comenzar con victoria porque esta segunda fase está muy ajustada", explica el gijonés, que marcó siete goles en ese encuentro ante el Ciudad Real. Blanco reconoce que está "muy cómodo" en el Unión Financiera y resta importancia a su aportación individual: "Marcar más o menos goles es anecdótico, unos días los hace uno y otros días otro, lo importante es conseguir la permanencia lo antes posible".

Y es que Blanco advierte de que, con dos equipos algo más descolgados, Boadilla y San Quirze, el resto está muy ajustado y cada error se puede pagar muy caro. "El grupo se ha dividido y, con dos equipos con pocas opciones de salvarse, el resto está apretado; del primero al cuarto hay muy poca diferencia y un mal partido te puede poner en dificultades", explica el extremo derecho del Unión Financiera Base Oviedo.

Blanco, nacido en Gijón, comenzó a jugar en el Revillagigedo hasta que, cuando era juvenil, se unieron diversos equipos de la ciudad formando el Gijón Jovellanos, que dio lugar al Juanfersa, con el que debutó con tan solo 18 años en la Liga Asobal. Tras el descenso siguió una temporada más en Plata antes de empezar a moverse por toda España. El primer destino fue Tenerife, con el que jugó en Primera Nacional; después jugó en Soria, Burgos y, por último, en El Caserío de Ciudad Real, con el que logró la pasada temporada el ascenso a División de Honor Plata. Ahora, el Unión Financiera le dio la oportunidad de volver a casa.

"Estoy preparando oposiciones, tengo la mención de Pedagogía Terapéutica, también doy clases extraescolares de balonmano en el colegio Loyola" explica sobre su rutina actual. Y es que considera que "pensar sólo en balonmano es contraproducente, es necesario también buscarse un futuro, el balonmano no da para vivir para toda la vida y por eso hay que formarse; el balonmano es lo que llevo haciendo toda la vida y creo que es un privilegio poder seguir haciéndolo en casa y en División de Honor Plata", añade.

Lo hace, además, en un club que "te abre los brazos", algo que considera "clave". "Este tipo de clubes tiene que formar un poco una familia porque eso les ayuda mucho a progresar", concluye un extremo con la puntería afinada.

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