Noreña presume de talento: Cahón, Foncueva y Arboleya cuentan anécdotas para los estudiantes del instituto

"Ojalá no hiciese falta tanto dinero para competir", señalan el pasado, presente y futuro del mundo de los rallies

Por la izquierda, Alejandro Cachón, Cele Foncueva y Felipe Arboleya, ayer, en el salón de actos del Instituto de Noreña, antes de la charla. | N. Menéndez

Por la izquierda, Alejandro Cachón, Cele Foncueva y Felipe Arboleya, ayer, en el salón de actos del Instituto de Noreña, antes de la charla. | N. Menéndez / Noé Menéndez

Noé Menéndez

Noé Menéndez

El robo de un alternador, la importancia de los patrocinadores, tener soluciones para todo... Alejandro Cachón, Felipe Arboleya y Cele Foncueva, pasado, presente y futuro del mundo de los rallies, protagonizaron ayer un intercambio de anécdotas en el salón de actos del IES Noreña. Con motivo del 50.º aniversario del instituto, los tres compartieron –Cachón y Arboleya fueron alumnos del centro– sus historias con los estudiantes del centro, muy interesados en el tema. "Yo me tuve que ir de casa para poder competir", confesó Foncueva, entre las risas del público.

Cachón, como no puede ser de otra manera, fue el que más interés suscitó entre de los alumnos. El cangués, que en la actualidad compite en el campeonato del mundo de rallies, destacó la labor que realizan los copilotos, algo que calificó como "fundamental" y tuvo tiempo para hablar de una parte clave dentro del mundo del motor, los patrocinadores. "Es un deporte muy caro, si no consigues patrocinadores es prácticamente imposible competir. Necesitas encontrar a alguien que sea tan apasionado del deporte como tú para que te apoye", comentó el piloto.

"No soy muy de manías. Lo único que hago especial es que, un minuto antes de salir, le doy la mano al copiloto", afirmó Cachón al ser preguntado por el público. También habló de las telemetrías, gráficas donde queda reflejado el comportamiento del piloto en el coche, y una de las últimas novedades dentro del mundo de los rallies. "Es algo fundamental para poder mejorar como profesional. En el día de carrera no sirve de mucho, pero sí para los tests. Es de gran ayuda", expuso el de Cangas de Narcea, que también opinó del buen momento de Fernando Alonso, uno de los nombres del momento. "Estos años no ha tenido suerte, pero se nota que este año el Aston Martin funciona. Seguro que nos va a dar grandes alegrías y generará más afición al motor", indicó.

"Recuerdo que un día, en una carrera, se nos fastidió el alternador. Donde teníamos la asistencia había un Seat Ibiza aparcado al lado. Pues no sé cómo hicieron, pero lo robaron y pude seguir compitiendo", confesó Cele Foncueva, que, aunque lleva casi 40 años retirado de la competición, sigue con la misma pasión intacta. En su época, como él recordó, era más fácil iniciarse en el mundo de las carreras, ya que los premios permitían realizar más gastos. "Por ganar un rally llegue a ganar diez mil euros", reveló el piloto ante el estupor de la audiencia. Otro de los momentos que más gustó a la audiencia fue cuando recordó sus inicios. "Para correr mi primer rally me tuve que ir de casa. Mi familia no quería saber nada de las carreras y me dijeron que si quería irme a los coches, me tendría que ir de casa. Pues eso hice", señaló.

"He llegado a tener que quitar tornillos o correas a la furgoneta que llevábamos nosotros para arreglar un coche y que pudiese correr", confesó Arboleya, gestor técnico de MMR y mecánico de varios equipos dentro de la élite del automovilismo. "Para formar parte de los equipos hace falta gente de todos los perfiles, desde los que tienen sangre fría para tomar ciertas decisiones hasta los más locos que hacen cualquier cosa", analizó el sierense, que se mostró crítico al hablar de los coches eléctricos en competición. "Está todo muy verde. Es algo más político que una realidad. Por ahora no le veo una vida larga", sentenció Arboleya. Ahora su tarea consiste en revisar que "todo esté en orden" y vigilar de primera mano el coche para que esté en perfectas condiciones para competir.

Tras pasar más de una hora compartiendo sus anécdotas, los tres lanzaron el guante al público, en busca de un nuevo piloto o mecánico de competición. Todavía están formándose, pero la respuesta del auditorio confirma que en el IES Noreña es una buena cantera para el mundo de los rallies.

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