La gran cita de la natación artística mundial llega a Asturias: Ritmo y belleza en la piscina de Oviedo

Los detalles importan y en un deporte como la natación artística suelen marcar la diferencia entre ganar o perder. Se nota en la piscina del Parque del Oeste, en Oviedo, en la que se está celebrando la Súper Final de la Copa del Mundo, donde todo está preparado para que los nadadores, cuando se tiren al agua, puedan deleitar al público con esa mezcla de arte y deporte. Una mezcla que ahora se hace notar hasta en el nombre de la disciplina, antes conocida como natación sincronizada. Y eso que el reglamento ha cambiado y trata de ser más científico, dejando menos espacio a los jueces para que valoren la huella emocional que les deja cada ejercicio. Los participantes tienen que decir antes qué retos van a poner en práctica, realizar unos ejercicios obligatorios y ceñirse a lo que dijeron que van a hacer.

La organización de la prueba ha convertido estas fabulosas instalaciones municipales ovetenses en el centro de la natación artística mundial, con pantallas gigantes para seguir mejor lo que sucede en el agua, con un escenario del que se tiran los participantes, unas gradas donde se ubican tanto los aficionados como los familiares de los deportistas, áreas para situar las imprescindibles cámaras que captan tanta belleza como se genera en una competición de esta naturaleza y hasta unos pasillos por los que pasan los participantes y en los que se pueden leer frases motivacionales de deportistas como Carolina Marín, Rafa Nadal, Magic Johnson, Michael Jordan, Michael Phelps, Kobe Bryant y la propia Ona Carbonell, leyenda de este deporte, que ha anunciado su retirada y que estuvo estos días por Oviedo siguiendo a las nadadoras del equipo español.

En las gradas, con el único contratiempo del calor, aficionados y seguidores de deportistas llegados de países como Japón, Ucrania, Austria, Canadá, Georgia, Alemania, Eslovaquia, Kazajistán, Austria o Francia, entre otros, aplaudían unos ejercicios que intentan combinar el ritmo de una canción con unos movimientos, siempre coordinados, que demuestran un total dominio del espacio en el que se mueven.

Las ovetenses Raquel Jiménez y Marta Barrero, madres de pequeñas nadadoras, llevaron a un grupo del Club Natación de Oviedo a que vieran el espectáculo. En este caso, la especialidad que practican en este grupo no es la natación artística, pero aseguran que "todo lo que sea en el agua les gusta". Jiménez y Barrero explican que impacta mucho ver cómo ha quedado la piscina a la que acuden habitualmente: "No parece la misma", dicen. También consideran que esta competición "se publicitó poco": "Está el equipo nacional y esta gente parece que anda por el agua", añaden. Un deporte que suele concitar la atención cuando llegan los Juegos Olímpicos y que después se sigue poco, pero que, cuando se ve en directo, aseguran Jiménez y Barrero, "la sensación es muy diferente".

Uno de los momentos más esperados de la tarde era la participación del dúo olímpico que forman Iris Tió y Alisa Ozhogina en la competición de dúo técnico, en la que se hicieron con el oro al ritmo de "Proud Mary", de Tina Turner. La alegría desbordó a todo el equipo español tras realizar el ejercicio, y más aún tras conocer la nota. Las deportistas, tras su participación, explicaron que trataron de hacer un homenaje a la reina del soul, fallecida el pasado 24 de mayo: "Nos ayudó mucho con su voz, con su energía, nos enseñó a estar orgullosas de nosotras", explicaba Ozhogina a LA NUEVA ESPAÑA. Las dos reconocían estar "muy contentas" al ver que el trabajo da sus frutos: "Empezamos a conseguir cosas, vamos a luchar por seguir así, esta es una gran experiencia y es una pasada tener a la grada a favor". El próximo reto, el Mundial de Fukuoka (Japón). Será este verano y, de nuevo, la natación artística hará que todo sea más bonito.

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