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Asturias, clave en el desenlace de La Vuelta

La última amenaza al dominio del Jumbo-Visma está en los finales del Angliru y La Cruz de Linares

Asturias, clave en el desenlace de La Vuelta

Asturias, clave en el desenlace de La Vuelta

Roberto Menéndez

Asturias volverá a ser protagonista de la Vuelta a España en la semana decisiva de la carrera. La prueba disputará dos etapas en el Principado: mañana, en la primera, llegará al Angliru por novena vez y en la segunda, el jueves, llegará el final inédito de La Cruz de Linares. Además, Ribadesella y Pola de Allande serán salidas de etapa por primera vez en la carrera. La jornada de hoy se quedará ya cerca de la región, en la localidad cántabra de Bejes, en la que el pelotón acabará con la ascensión a un puerto de segunda categoría en un día que parece propicia para que llegue una escapada. Pero el gran momento llegará en las etapas asturianas, quizás las dos últimas oportunidades para que los Enric Mas, Mikel Landa y Juan Ayuso pongan en cuestión el dominio insultante del Jumbo-Visma, equipo que cuenta con los tres primeros de la general en estos momentos: Kuss, Roglic y Vingegaard.

La ronda española es uno de los espectáculos deportivos más importantes a nivel mundial, una de las pruebas ciclistas de la máxima categoría, junto con el Tour de Francia y el Giro de Italia. Con cerca de 90 años de historia desde su nacimiento en el año 1935, La Vuelta alcanza este 2023 su 78ª. edición. La innovación y la cercanía con el público hacen de esta carrera un acontecimiento atractivo y en constante crecimiento. Un espectáculo del que el Principado es protagonista. En las últimas ediciones se vienen disputando varias etapas en la región, dando a conocer pueblos, ciudades y puertos de montaña que son incluidos en los itinerarios y llegadas de la carrera.

Historia de La Vuelta

Históricamente, en las 78 ediciones que se llevan disputadas de La Vuelta, sólo en 17 Asturias no ha estado presente en la carrera. La última vez que eso sucedió fue en 2009. El período más prolongado de ausencia fue de cinco años, desde 1969 a 1973. Regresó en 1974 y lo hizo a lo grande, ya que fue cuando tuvo lugar la victoria de José Manuel Fuente, "El Tarangu", en la cima del Naranco, en una edición que acabó con la victoria del corredor asturiano, en lo que fue su segundo triunfo en la general final. El Tarangu es el único ciclista de la región que lo ha conseguido. Javier Guillén, director general de La Vuelta, reconoce que la organización trata de proyectar las mejores etapas en Asturias por ser la tierra que, a nivel de recorrido, más les ha dado siempre, con emblemas como los Lagos de Covadonga y el propio Angliru. A la hora de diseñar las etapas, los organizadores siguen un criterio deportivo buscando la mayor emoción y eso lo suelen encontrar en las montañas de Asturias.

La irrupción del Angliru

Esa búsqueda de nuevos retos llevó a los organizadores a descubrir hace ya algunos años el Alto del Angliru, una cumbre que se hizo mítica incluso antes de que llegara la carrera. Una vez que se hizo público que La Vuelta incluiría un puerto con rampas de porcentajes nunca vistos hasta entonces, la noticia dio la vuelta al mundo. El final en la cima riosana fue un reto para los ciclistas, pero también para la organización, que tuvo que realizar un esfuerzo extraordinario para montar la infraestructura en un lugar con un acceso muy difícil.

La llegada de José María Jiménez, "El Chava", entre la niebla en 1999 tras un esfuerzo agónico en unas rampas llenas de público hizo ver que el esfuerzo había merecido la pena. El Angliru y La Vuelta se habían convertido en un tándem inseparable. Desde entonces se miden por miles los aficionados que se dan cita cada año en este puerto queriendo emular al añorado Chava, a Roberto Heras o a Alberto Contador, que venció aquí en dos ocasiones.

El Alto del Angliru es un símbolo de modernidad en el ciclismo. Las pendientes de este puerto requieren cambios de ritmo. En las tres primeras visitas de La Vuelta, en 1999, 2000 y 2002, las pendientes máximas del 23,5% en la Cueña les Cabres parecían monstruosas. Desde entonces, los avances tecnológicos experimentados primero en el ciclismo de montaña han hecho que la ruta sea más accesible. Es donde Alberto Contador ganó su primera y su última etapa en La Vuelta (en 2008 y 2017). Hugh Carthy, en 2020, se convirtió en el octavo y último ganador de etapa en el Angliru hasta la fecha. Roglic, entonces líder de la carrera, perdió momentáneamente el jersey rojo de líder.

Descubriendo puertos

Desde la llegada al Angliru en 1999, la organización de la Vuelta Ciclista a España ha buscado en Asturias cimas inéditas con que sorprender a los aficionados. La Farrapona, Cotobello, Cuitu Negru, Alba, Les Praeres, El Acebo, La Cubilla, El Gamoniteiru o Collau Fancuaya son algunos de los puertos que han sido final de etapa en los últimos años. En esta ocasión se estrena La Cruz de Linares, una subida que da comienzo en San Andrés de Trubia y atraviesa la población de Castañeo del Monte, antes de llegar a Linares, ya en Proaza. Los corredores tendrán que enfrentarse en dos ocasiones a esta ascensión que consta de 8 kilómetros, con un desnivel medio del 8,7%, cuyos tramos con mayor dureza alcanzan el 17% de desnivel. La cima está situada a 840 metros de altitud. Un puerto en el centro de Asturias de gran belleza que cautivará a todos los aficionados.

Estas nuevas cimas, que buscan un impacto mediático, no hacen olvidar ascensiones tan míticas como la de Los Lagos de Covadonga, que nunca defrauda al aficionado y a la que La Vuelta recurre regularmente.

La primera vez en Asturias

En 1936, en su segunda edición, la Vuelta Ciclista a España llegó a Asturias por primera vez. En las primeras incursiones de la carrera por la región el protagonismo se lo llevaron las ciudades más importantes. En esa edición de 1936, Gijón acogió el primer final de etapa de la ronda en el Principado, en una etapa que comenzó en Santander y finalizó en la Villa de Jovellanos después de 194 kilómetros. En ella se impuso Mariano Cañardo. La segunda ciudad a la que llegó La Vuelta fue Oviedo, en 1941, en la primera edición tras la Guerra Civil. En esta ocasión fue una contrarreloj de 53 kilómetros, con salida en Gijón, en la que ganó Delio Rodríguez, que también se impuso en la siguiente etapa que salió de Oviedo y llegó a Luarca, de 129 kilómetros, logrando además doce victorias en total en esa edición.

La Vuelta llega a Pajares

Pajares, en 1965, fue escenario de la primera llegada en alto, en una etapa contrarreloj que se inició en Mieres y en la que se impuso Raymond Poulidor, el abuelo de Mathieu Van der Poel. El paso hacia la Meseta se hacía obligado por el puerto lenense y por este motivo fue incluido en numerosas ocasiones. Pero en la retina de los aficionados asturianos permanecen grabadas dos ocasiones, ambas con el alto del Naranco como final. En 1974 "El Tarangu" consiguió una victoria épica en la cima ovetense. La etapa había partido de León y en las carreteras asturianas se vivieron los mejores momentos de aquella edición de la vuelta. El descenso del Pajares se hizo bajo la lluvia y las subidas al Padrún y La Manzaneda, que antecedían al Naranco, con las carreteras plagadas de aficionados que aplaudían a los asturianos Antonio Menéndez y El Tarangu, que pasaban escapados. Fuente llegó en solitario a la cima del Naranco.

La etapa de Rominger

La cima ovetense vivió otro momento histórico en La Vuelta del 93 cuando Tony Rominger ganó la etapa vestido de líder y sentenció La Vuelta. El ciclista suizo era el jefe de filas del conjunto asturiano Clas Cajastur, con el que toda la afición estaba volcada. El principal rival de Rominguer era su compatriota Alex Zulle, que sufrió una caída en el descenso de La Cobertoria, donde habían lanzado un ataque los corredores del Clas Cajastur. Iñaqui Gastón cobró especial protagonismo ese día. El vasco realizó un fenomenal trabajo para su jefe de filas hasta la falda del Naranco. Tony Rominguer hizo la ascensión en solitario abriéndose paso entre los miles de aficionados que veían como el líder del equipo de casa daba un paso importantísimo para alzarse con su segunda vuelta a España.

Llegan Los Lagos

En esa época, los 90, la prueba pasaba por un buen momento, con altas audiencias televisivas, gracias a apostar por la innovación. En el año 1983 se incluyó el final en los Lagos de Covadonga y fue un éxito, tanto para la carrera como para el Principado. El final de etapa en Los Lagos se convirtió en un icono para La Vuelta que todo cliclista lucha por incluir en su palmarés junto a gente como Marino Lejarreta, Pedro Delgado, Robert Millar, Lucho Herrera, Laurent Jalabert, Nairo Quintana o Primoz Roglic, vencedor en 2021. Otro momento histórico fue la llegada de La Vuelta Femenina a los Lagos de Covadonga este 2023, donde Demi Vollering se hizo con la etapa y puso contra las cuerdas a la campeona del mundo, Van Vleuten, que consiguió ganar la Vuelta tras una agónica ascensión a la mítica cima.

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