El año perfecto del palista Walter Bouzán: culmina la temporada ganando el Mundial de kayak de mar

"Estoy contento, muy contento, la verdad". Así se expresó el riosellano Walter Bouzán Sánchez tras hacer historia en aguas australianas, en Perth, en una de las "cunas" –junto con Sudáfrica– de la especialidad de kayak de mar o surfski. Lo hizo después de alzarse con el título de campeón del Mundo, en compañía de la catalana Judit Vergés Xifra (Amigos del Piragüismo de Canarias).

Este es otro galardón para añadir a su dilatada trayectoria en el piragüismo y con el que le pone la guinda a una temporada de ensueño –otra más– para el palista de Ribadesella, que continúa escribiendo páginas con letras de oro en el mundo del deporte, en este caso del piragüismo. El palista ya está de regreso en tierras asturianas tras dos largas semanas de ausencia debido a su periplo australiano.

Una temporada, la de 2023, que se le hizo larga, demasiado larga, pero que concluye con el dorado metal conquistado en las antípodas, en uno de los Mundiales con más nivel de participantes de cuantos ha acudido hasta la fecha y donde todas las quinielas apuntaban, a priori, hacia tripulaciones "aussies" y, cómo no, a las sudafricanas. Pero, Walter –decimoquinto en SS-1– y Judit, con buenas sensaciones en las jornadas previas al gran día, sabían que podían liarla en la susodicha categoría mixta SS-2. El acople y los entrenos dieron resultado y España acabó por subirse, finalmente, a lo más alto del podio. Otro gran éxito del deporte español.

Una campaña en la que Bouzán (Llovió,1978), sumó otra victoria en el Descenso Internacional del Sella a su extenso palmarés, el pasado 5 de agosto, la tercera en la modalidad de K-1, tras las cosechadas en 2003 y 2009. Volvió al K-1 después de haberse pasado al K-2 (donde antes de eso ya se había subido al podio en cuatro ocasiones), formando embarcación con el gallego afincado en Asturias Álvaro Fernández Fiuza, con el que logró, como no podía ser de otra manera, hacer historia. Y es que juntos consiguieron ocho victorias consecutivas entre los ejercicios 2010 y 2017 para convertirse en el barco de equipo más laureado en las más de ocho décadas del Descenso Internacional del Sella.

Además, en el mes de septiembre, en los Juegos de Playa del Mediterráneo, en Heraklion (Creta), el incombustible Walter Bouzán también saboreaba las mieles del triunfo, merced a la medalla de oro ganada en SS-1. Igualmente, resultó vencedor de la Molokabra Downwind, en aguas de Ceará (Fortaleza), prueba que era puntuable para el Campeonato Panamericano de kayak de mar. Sin olvidar la XV Ohana Mana Cup, prueba puntuable para la Copa del Mundo de Surfski (Kayak de Mar), en Cagliari (Cerdeña) y en la que, del mismo modo, se hizo con la dorada presea. Y fue segundo en la Madeira Ocean Challenge, igualmente Copa del Mundo. Todo un botín de preseas cosechadas por diversos puntos del planeta, aunque, como anécdota, reseñar que no pudo optar al título de campeón de Asturias ya que la competición fue aplazada en dos oportunidades a causa de la meteorología y estaba programada en Ribadesella.

A todo ello, aparte de títulos de campeón de España y de Asturias, debe añadirse infinidad de triunfos, tanto a nivel nacional como autonómico, en las distintas especialidades y modalidades a lo largo del actual ejercicio. Sin lugar a dudas, uno de los mejores deportistas del país y por el que no parecen pasar los años. Walter Bouzán continúa incrementando su leyenda en el mundillo de la piragua, ya sea en río o en aguas abiertas; en pista o en largas distancias. Es un referente para las presentes y venideras generaciones de deportistas. Ribereño de pura cepa, al que no le tiembla el pulso a la hora de medirse en otras latitudes a la flor y la nata del surfski. Grande, entre los grandes. Y enorme como persona. Suma y sigue.

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