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En los momentos de zozobra, efectividad. El Avilés ha pasado a la final de la Copa Federación, donde le espera el Caudal, gracias a hacerse grande donde importa, en las áreas. Álvaro Fernández sostuvo en la portería a los blanquiazules que, aprovechando el correcalles de la primera mitad y la velocidad de la segunda, consiguieron imponerse a un Marino que llegaba tras arrasar en la fase de grupos. A una semana de arrancar la liga, las sensaciones del equipo de Javi Rozada son muy buenas y partidos como este sirven para que la afición pueda, aunque sea de manera tibia, volver a ilusionarse.
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En los momentos de zozobra, efectividad. El Avilés ha pasado a la final de la Copa Federación, donde le espera el Caudal, gracias a hacerse grande donde importa, en las áreas. Álvaro Fernández sostuvo en la portería a los blanquiazules que, aprovechando el correcalles de la primera mitad y la velocidad de la segunda, consiguieron imponerse a un Marino que llegaba tras arrasar en la fase de grupos. A una semana de arrancar la liga, las sensaciones del equipo de Javi Rozada son muy buenas y partidos como este sirven para que la afición pueda, aunque sea de manera tibia, volver a ilusionarse.
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