La enfermería, el gran enemigo del Avilés

"Está siendo la temporada más difícil de mi vida, nunca he tenido tantas lesiones ni me han pasado tantas cosas". No le falta razón a Javi Rozada, técnico del Avilés. Los blanquiazules llevan desde el principio de temporada sufriendo una plaga de lesiones que está afectando a todas las líneas del equipo. Desde el inicio de campaña, jugadores como Santamaría, Viti o Cortina, futbolistas destinados a ser piezas claves, han sufrido diferentes problemas que les ha dejado fuera de los terrenos de juego. Ahora se unen a esos nombres Davo Fernández y Soler, jugadores que apuntan a no poder volver a la dinámica del equipo hasta finales de este año. Con todo esto está tratando de luchar el Avilés, que ahora afronta un tramo clave, con dos derbis por delante. Los focos ahora apuntan a la enfermería.

Todo empezó antes de arrancar la pretemporada. Era algo previsto, pero aún así fue el primer golpe a los planes de Rozada. Edu Cortina tuvo que pasar por el quirófano para operarse de los ligamentos de su tobillo, operación cuya recuperación se ha alargado durante los últimos meses. Sin el ovetense empezó la pretemporada, donde, además de los típicos problemas físicos del verano, se unió un nombre más a la enfermería: Osky. El lateral izquierdo sufrió una pubalgía que lo dejó fuera de los primeros partidos de liga. Al ovetense se sumaron, con el paso de los partidos, Santamaría y Mecerreyes. El gijonés sufrió una lesión en los isquiotibiales de la que todavía no se ha recuperado al 100%, mientras que el centrocampista avilesino ya está a pleno rendimiento tras superar un tumor testicular.

Tras medirse al Laredo la enfermería del Avilés estaba a rebosar. Osky ya estaba recuperado, pero durante el duelo ante el conjunto cántabro cayeron lesionados Gete, que sufrió una lesión de larga duración, y Viti, que aún se está recuperando de una fisura en las costillas. A ellos se sumó, antes de viajar hasta Torrelavega, Davo Fernández, que no pudo viajar a tierras cántabras. El banquillo del Malecón lo tuvieron que completar dos juveniles, Pablo Macías y Dani Castellano, porque en ese momento había cinco jugadores lesionados.

Parecía que, tras esa primera crisis, el problema con las lesiones estaba superado, pero el Avilés ha recaído. Aunque Cortina ya pudo regresar al campo, su aparición fue testimonial, porque durante el duelo ante el Ávila sufrió unas molestias que le han vuelto a dejar fuera de los planes de Rozada. Sin contar a Viti y Santamaría, que están volviendo a contar con minutos mientras culminan su recuperación, ahora mismo Rozada tiene con dudas a Natalio, que no fue convocado en la derrota ante el Deportivo Fabril, y no tendrá a disposición a Davo Fernández ni Soler, dos futbolistas que han jugado todo hasta el momento. Javi Cueto, además, cumplirá su último partido de sanción tras ser expulsado ante el Pontevedra. El momento no puede ser más difícil para un Avilés que tendrá que apretar los dientes para tratar de asaltar el Nuevo Ganzábal. Toca sobreponerse a todas las dificultades.

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