Emilio Cañedo y Sergio Sánchez se mojan antes del Oviedo-Sporting: "Estará más cerca de ganar el que..."

El extécnico del Vetusta y el exportero del Sporting y exentrenador del filial valoran el derbi: ""El que empieza a perder los duelos, empieza a perder el partido"

Emilio Cañedo y Sergio Sánchez.

Emilio Cañedo y Sergio Sánchez. / J. S. L.

Javier Sámano Lucas

Javier Sámano Lucas

Emilio Cañedo está convencido de que el del sábado en el Carlos Tartiere va a ser un derbi guapo, con dos equipos que irán al ataque y en el que habrá muchos goles, concretamente tres del Oviedo y uno del Sporting. Sergio Sánchez, en cambio, es de los que en los duelos regionales pone siempre la X en la quiniela, pues, argumenta, la intensidad defensiva es tal que el uno anula al otro y el otro al uno. La historia, más si cabe la reciente, valida su tesis.

Hay infinitas perspectivas desde las que observar un derbi. Aunque no comparten colores -Cañedo, azul, dirigió al Vetusta entre 2019 y 2021 y Sánchez, rojiblanco, hizo lo propio con el filial del Sporting entre 2021 y 2022 después de defender la portería de El Molinón durante cuatro temporadas repartidas en dos etapas distintas-, Emilio y Sergio comparten el escepticismo inherente a la tarea de entrenar. "Por mucho que prepares un partido como este, aunque suene a tópico, un gol lo cambia todo", asume Sánchez, que cayó contra Cañedo en el Vetusta-Sporting Atlético que los enfrentó en la extinta Segunda B.

El exguardameta confía en ver un Sporting presionante de inicio, sobre todo ante el previsible regreso de Otero tras varias semanas de baja y a las ausencias en el otro bando de Seoane y Cazorla. Aun sin el de Lugo de Llanera, recuerda Sánchez, el Oviedo tiene jugadores "con pausa y capacidad de jugar entre líneas" como Portillo, así como "agitadores capaces de desequilibrar" en las bandas tales como Chaira y Hassan. Por el contrario, el Sporting tiene argumentos ofensivos de peso como Otero ("puede hacer daño a la defensa del Oviedo con sus desmarques al espacio", sostiene Sergio) y el inspirado Dubasin, "uno de los fichajes del año" en Segunda División. Para potenciar a la pareja de delanteros, Sánchez pone sobre la mesa el nombre del discutido Gelabert, un futbolista "diferencial por su capacidad para dar el último pase".

Más allá de individualidades, el extécnico del filial rojiblanco considera que un encuentro con una carga emocional tan potente como el del sábado se dirime, en buena parte, en los duelos individuales. "El que empieza a perder los duelos, empieza a perder el partido", asegura, y apunta otra clave, en este caso orientada a lo colectivo: "Estará mucho más cerca de ganar el equipo que anule mejor al rival y, por tanto, pueda ser él mismo durante más minutos", pero, matiza, "luego los goles llegan de la forma menos esperada. Es lo que tiene el fútbol y por lo que nos gusta tanto".

Si Emilio Cañedo confía en la victoria del Oviedo es, expone, por el mayor oficio del plantel de Calleja y porque está convencido de la vocación ofensiva del plan del técnico azul, que ordenará salir "a atacar y a ganar". Sánchez contrargumenta: "El Sporting es un equipo con mucha personalidad y varios jugadores formados en Mareo que llevan jugando derbis toda la vida". En cualquier caso, Cañedo, ante las lesiones de Cazorla y Seoane, se encomienda a la capacidad de los extremos de conectar con Alemão ante un previsible "problema en la creación" que puede invitar a los locales a orientar su juego hacia las bandas: "Ahí estará el partido para el Oviedo".

Aunque no se ponen de acuerdo en el marcador, en lo que sí coinciden los entrenadores en que los Oviedo-Sporting tiene vida propia y los malos resultados de ambos equipos antes del parón son agua pasada que no mueve molino. Año nuevo, vida nueva, derbi nuevo.

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