Saltar al contenido principalSaltar al pie de página

El Alimerka Oviedo, frenado en seco en Sevilla tras un inicio que hizo pensar en la Final Four (78-71)

El equipo asturiano, después de un brillante primer cuarto en el que desarboló al Betis y soñó con la remontada, perdió el ritmo ante la defensa en zona de los locales y acabó compitiendo, pero sin opciones de clasificación

Langarita intenta una entrada a canasta con la oposición de Renfroe.

Langarita intenta una entrada a canasta con la oposición de Renfroe. / Real Betis Baloncesto

Oviedo

A casi 800 kilómetros de la capital del Principado se acabó para el Alimerka Oviedo Baloncesto la Copa España, esa competición ideada el pasado verano por la Federación que no convence ni ilusiona a nadie. En un pabellón San Pablo prácticamente vacío, el conjunto asturiano intentó remontar la eliminatoria de cuartos de final hasta que el Betis le paró los pies y a partir de entonces ambos rivales celebraron un entrenamiento oficial sin tensión ni buen juego, ni mucho menos emoción. El OCB vuelve con un resultado digno (78-71) y con la sensación de que con una pizca más de talento o acierto hubiese podido discutir su pase a la Final Four. Que llegados a ese punto, la cosa sí se pone más atractiva.

El Betis debió pensar que los dos equipos habían quedado para tomar algo y tardó un cuarto en tomar conciencia de que el Oviedo iba en serio. Con la ya habitual defensa de cambios de Javi Rodríguez funcionando ante la falta de agresividad local, cerrando el rebote y volando al contragolpe, el OCB fue abriendo brecha de inicio. En ataque, Nweke hacía daño dentro, Sanz aburría con sus cortes y un triple de Valinotti colocaba un alucinante 7-23 en el marcador. Al final del primer cuarto, 9-23, un resultado que pudo haber sido más amplio de no mediar las pérdidas de balón visitantes.

Se podía suponer que la tremenda diferencia de calidad entre ambas plantillas iba a ser la que diera la vuelta a la situación, pero no fue así. Lo que cambió el signo del partido fue la defensa zonal, sin alardes, planteada por Gonzalo García de Vitoria, el técnico del equipo andaluz. Poco más de medio minuto del segundo cuarto había transcurrido cuando Raúl Lobaco metió su único triple para el 11-26. Cuando el OCB volvió a anotar, una canasta de Martí tras una buena jugada colectiva, suponía el 27-28 y quedaban tres minutos y medio para el descanso. Por el medio, un ingente menú de despropósitos cocinados a juego lento y servidos en pérdidas de balón y tiros sin tino, con especial mención para la escopeta de feria de Menuge. Sin olvidar los fallos en los tiros libres, algo que en este OCB parece ya patológico. Los locales, en cambio, aprovecharon bien los 16 libres de los que dispusieron. Al descanso, tras un cuarto de 28-10, se llegó con cuatro puntos de ventaja para el Betis (37-33) y el Alimerka ocho abajo en la eliminatoria.

El Betis volvió al partido en individual y el equipo ovetense pretendió tomar la misma senda del inicio del choque, pero enseguida chocó contra sus propias limitaciones. Ya no encontraba esa velocidad ni ese acierto, y el Betis mantenía una cierta distancia a medio gas. Javi, consciente de que la prioridad es la competición liguera, no dio ni un minuto a Cosialls y sentó casi todo el rato a Nweke, colocando como cincos en pista a Martí, Menuge y hasta Sanz. La idea sería, además de reservar a los interiores, que no abundan en la plantilla ocebeísta, abrir el campo en ataque. El plan ofensivo no funcionó, porque los azules no encontraron ni caminos fáciles a la canasta ni estuvieron acertados en el exterior. Sin embargo, la estructura sí les penalizó en defensa: sin grandes en la pintura, no hubo casi oposición para las penetraciones béticas ni limpieza en el rebote defensivo.

Pese a todo, el OCB no bajó los brazos, y los aciertos de Menuge y Hutchinson colocaron el 59-58 a falta de seis minutos. Ahí, aunque el Betis volvió a la zona, por si acaso, sí se impuso la calidad de Mark Hughes para decidir y obligar al Alimerka a concentrarse en lo que importa: amarrar la permanencia en Primera FEB.

Suscríbete para seguir leyendo

Tracking Pixel Contents