La derrota más sorprendente: el Marino cae contra un equipo que llevaba cuatro meses sin ganar

Nefasto inicio de año el del Marino de Luanco, que cayó derrotado en campo del colista, un Laredo que no ganaba en liga desde la segunda jornada, allá por el 8 de septiembre. Los luanquinos jugaron una muy mala primera parte en la que encajaron dos goles. En la segunda mejoraron pero no pudieron recortar distancias, por lo que nunca estuvieron metidos en el partido. Con esta derrota, se corta una racha de cuatro encuentros sin perder en la que los de Miramar habían logrado tres victorias y un empate.

Los de Manel Menéndez disputaron una primera parte para olvidar. Como si aún estuvieran empachados por los polvorones y los turrones, se vio a un equipo pesado, lento y previsible. El Marino saltó al césped de San Lorenzo sin tensión y, ante un rival muy motivado en el que Juanma Fernández debutaba como entrenador en casa, encajó el primer gol cuando solo habían transcurrido 6 minutos de juego. Iker Torre se aprovechó de la falta de concentración de la zaga luanquina para batir a Dennis Díaz.

Tras el tanto, el Marino tuvo alguna llegada peligrosa, pero siempre dio la sensación de que el Laredo tenía el partido bajo control. El partido se jugaba en el centro del campo y los dos equipos ponían más intensidad que acierto (tres amarillas entre los minutos 29 y 34). No parecía que pudiera llegar ningún gol más en la primera parte, pero en el minuto 35 el Laredo amplió su ventaja en el marcador con un gol de Sanmi. El encuentro se le ponía muy cuesta arriba al Marino.

Tras el descanso, con el paso de los minutos el Marino de Luanco fue incrementando su dominio ante un Laredo cada vez más encerrado en su área. En los últimos 20 minutos el asedio de los de Manel Menéndez fue abrumador, pero con tantos hombres como acumulaba el Charles delante de su área era imposible encontrar un hueco para rematar a portería, por lo que el dominio de los luanquinos era estéril.

La frustración devino en la expulsión de Guaya, ya en el minuto 84, tras la cual llegaron dos tantos, uno por bando, cuando todo estaba resuelto: Vassilakis marcó el 3-1 en el 88 y Óscar Fernández maquilló con el 3-1 en el 95.

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