El Avilés demuestra por qué es el "Rey del Norte": los blanquiazules se imponen con solvencia ante el Pontevedra (1-0)
Javi Cueto anotó el gol de la victoria en un encuentro en el que los blanquiazules supieron sufrir en la segunda mitad

Miki López
El "Rey del Norte" lo es por batallas como la que se ha vivido hoy en el Suárez Puerta. Cuando las cosas pintan bien es fácil llevar la corona, pero cuando todo está en contra es cuando hay que demostrar por qué se merece tal título. Hoy el Avilés demostró que merece este nombre. Al tierras avilesinas llegaba el todopoderoso Pontevedra, pero los blanquiazules no se amedrentaron y, con una primera parte más vistosa y una segunda parte donde sufrieron sufrir como un equipo grande, los de Javi Rozada consiguieron doblegar al líder de su grupo. Javi Cueto sumó su noveno tanto de la temporada para dar que los blanquiazules pegasen un puñetazo de esos que rompen la mesa.
Javi Rozada optó por sorprender desde la alineación inicial. El ovetense apostó por la dupla Javi Cueto-Santamaría, pero, como novedad, Mecerreyes también entro en el once junto a Kevin Bautista y Gete. El puzzle parecía difícil de acoplar, pero nada más empezar el partido se vieron las intenciones. En defensa los blanquiazules formaron con un 4-4-2, con las líneas juntas y el mediocentro avilesino ocupando la banda derecha. En ataque, en cambio, Santamaría caía al costado derecho, dejando a Cueto como único punta y con Soler, lateral derecho, con mucha libertad para subir al ataque. Mecerreyes pasaba a jugar al doble pivote junto a Gete y Kevin Bautista tenía licencia para lanzarse arriba, llegando incluso a actuar como mediapunta.
El Avilés pronto demostró que quería dar un puñetazo sobre la mesa. Los avilesinos cerca estuvieron de adelantarse antes del minuto 10, pero a Javi Cueto se le escapó un control en el punto de penalti que podría haber sido la primera ocasión clara del partido. Perdonó el punta, que pronto se encargaría de desenfundar su pistola.
Aunque la primera oportunidad cayó del lado blanquiazul, el Pontevedra demostró por qué es el líder del Grupo 1 de Segunda Federación. Tras resalcirse de ese error atrás, empezaron a subir sus líneas, teniendo tramos de mucho balón, pero sin llegar a amedrentar a un Avilés que, con las líneas pegadas, lo dió todo en la presión para no sufrir. En la primera parte Álvaro Fernández apenas tuvo que intervenir.
Para desprenderse de ese dominio gallego los de Rozada hicieron gala de su velocidad al contragolpe. Primero fue Santamaría, que atacando a la defensa adelantada del Pontevedra sacó a bailar a Mario Gómez, al que previamente había forzado una amarilla. Le recortó en el área, pero el gijonés no estuvo fino a la hora de definir. Pocos minutos después tuvo otra Soler cabalgando por el costado derecho, pero su centro raso cayó en las manos de Edu Sousa.
Aunque los primeros ataques del Avilés se centraron por su banda derecha, paradógicamente el gol llegó por la izquierda. Recibió Viti en posiciones interiores y, tras darse la vuelta, avanzó unos metros. Con tiempo y espacio pudo colgar un caramelo a Javi Cueto, que esta vez no falló. Aprovechando un grave error de la zaga del Pontevedra el gijonés anotó su noveno gol de la temporada, destacándose como máximo artillero de los avilesinos.
Con los locales por delante la pelota volvió los pies del Pontevedra, que nunca dieron la sensación de crear peligro real. Combinaban en la frontal, pero no conseguían pasar por encima de Babin y Josín, muy serios en labores defensivas. La peor noticia de la primera mitad fue la tarjeta amarilla que vio Viti cerca del descanso, la quinta de la temporada, lo que le obliga a perderse el próximo encuentro.
Decía antes que Álvaro Fernández no había tenido trabajo en la primera mitad. Bueno, pues tan solo necesitó diez minutos de la segunda parte para sacar una mano providencial. "La Pantera" siempre es necesaria en este equipo. El Pontevedra quería meter un gol por la vía rápida, tratando de asaltar el área blanquiazul. Si no era Josín era Babin, pero todos los centros laterales eran escupidos por la zaga avilesina.

EN IMÁGENES: Así ha sido la victoria del Avilés ante el Pontevedra (1-0) / Miki López
La última media hora del Avilés fue un ejercicio de resistencia. De levantar la muralla para tratar de amarrar el resultado. El Pontevedra sacó toda su pólvora, dando entrada a Miguel Cuesta y a Dalisson, y poco a poco empezó a meter en su área a los blanquiazules. Para poder resistir hay que destacar el trabajo en las ayudas defensivas de los de Rozada, muy pendientes de su espalda. Mecerreyes, como apoyo de Soler, fue fundamental.
Las palmadas entre Babin, Josín y Gete demostraban el sacrifico defensivo que tuvo que hacer el equipo. Cualquier despeje era celebrado por el equipo, que con las carreras de Davo Fernández conseguían respirar. El paso a una línea de cinco centrocampistas, con el extremo mierense y Nico Fernández por las bandas y Cueto como única referente, permitió al Avilés acumular más gente por dentro, para así conseguir tapar la mayoría de líneas de pase.
Gran victoria del Avilés que, sabiendo sufrir, consiguiendo amarrar unos valiosísimos tres puntos ante el Pontevedra. Triunfo, además, de equipo grande. Los de Rozada le recortan así distancia al Ávila, que tropezó ante el Llanera, y se acerca al tercer puesto. Esta es la senda que tiene que seguir el equipo.
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