El Marino se hace grande en Miramar y logra una espectacular remontada (2-1)

El Marino sigue haciendo de Miramar un fortín y llega en buen estado de forma al tramo decisivo de la competición tras remontar un partido que se puso cuesta arriba. El conjunto de Manel ha sumado siete puntos en las últimas tres jornadas y ayer superó a un buen filial racinguista.

El equipo visitante salió muy fuerte y, en una rápida transición, Ángel Pérez encaró a Dennis y lo batió con un potente disparo ajustado al palo. El filial comenzó mejor y en el minuto 9, Dani González remató un balón dentro del área, pero su disparo se fue alto. Poco a poco, el Marino fue asentándose en el partido y tuvo su primera ocasión con un disparo desviado de Isma Cerro. Minutos después, en una buena jugada de Adolfo, avanzando muchos metros, Íñigo Mesa interceptó su progresión, evitando una acción de peligro.

En el minuto 15, Álex Alemán recortó dentro del área, vio cómo Carrascal resbalaba y, tras un autopase, fue derribado por el defensor, provocando un penalti. Nacho Matador ejecutó la pena máxima y no falló. Este gol dio tranquilidad al Marino, que estaba completando buenos minutos.

En el minuto 32, Isma Cerro remató un balón que se fue rozando el palo derecho de la meta visitante. El filial racinguista apretó en el tramo final de la primera parte con una falta que Dennis despejó de puños y un disparo de Entrecanales que se fue al lateral de la red justo antes del descanso.

El césped estaba en buenas condiciones en la primera parte, pero en la segunda la lluvia dejó el terreno encharcado, dificultando el juego de ambos equipos. El Rayo, con jugadores jóvenes poco acostumbrados a estas condiciones, optó por los balones largos, pero el Marino se mostró sólido en todo momento. El conjunto luanquín, con un gran derroche de esfuerzo, ganó la mayoría de los balones divididos.

En el minuto 62 llegó el gol de la remontada. Lora protagonizó una gran acción individual por la banda izquierda y filtró un pase al hueco para Guille Pinín, que cedió atrás para que Álex Alemán, al borde del área pequeña, rematara. El portero rival llegó a tocar el balón, pero no evitó que cruzara la línea de gol, desatando la alegría en Miramar.

Cuatro minutos después, Isma Cerro probó suerte con un disparo lejano desde unos 40 metros que estuvo a punto de sorprender al meta visitante. Bajo unas condiciones meteorológicas muy adversas, el Marino defendió con garra cada balón hasta el pitido final.

Los cambios permitieron al equipo local mantener el físico y asegurar tres puntos de oro que le alejan de la zona peligrosa de la tabla. El conjunto luanquín busca sumar los puntos necesarios para afrontar con tranquilidad el tramo final de la competición y lograr su objetivo: la permanencia.

El próximo fin de semana, el Marino visitará al Guijuelo, un campo que no se le da especialmente bien, pero al que llegará en un gran momento de forma y con la intención de seguir sumando.