Colegio de árbitros

Así se lanzan las faltas

El reglamento prohíbe expresamente que el ejecutor toque dos veces seguidas el balón, que "estará en juego una vez se mueva con claridad"

Así se lanzan las faltas

Así se lanzan las faltas / JAVIER CEBOLLADA

Nacho Azparren

Nacho Azparren

La pista más fiable para saber si un árbitro ha señalado una falta directa o una indirecta es fijarse en el propio colegiado. Un brazo al aire por encima de la cabeza significa que el tiro libre es indirecto y, por tanto, para que sea gol deben tocar la pelota al menos dos futbolistas. Ese gesto del brazo en alto se debe mantener hasta que "el balón toque a otro jugador, deje de estar en juego o esté claro que no es posible marcar un gol directamente", opción esta última vista, por ejemplo, en un fuera de juego que saca un equipo en su propio campo. Si no hay brazo en alto, la falta es directa.

Tras la explicación de la semana pasada sobre las diferencias entre los tiros libres directos e indirectos en esta sección, el Comité Técnico de Árbitros (CTA) de la Real Federación del Fútbol del Principado de Asturias quiere ahora incidir en la ejecución de estas acciones, que tienen sus particularidades. Por ejemplo, en lo relativo a un balón que entra en la portería en la ejecución de una falta. Una directa que entra en la meta del rival es gol, ahí no hay ninguna duda. También está extendido que un tiro libre indirecto que se cuela de un solo toque en la portería del adversario no es un gol válido, sino que se señala saque de puerta. Lo que no es tan conocido es que no se puede anotar un gol en propia puerta directamente en un saque de falta, aunque esta sea directa. El árbitro concederá córner. Pongamos que un defensa saca una falta en la frontal de su área por un empujón de un rival. Lo hace hacia atrás para jugar con el portero, pero este no está atento a la acción y el balón entra en la portería sin que lo toque nadie al margen del ejecutor. No es gol, sino córner.

En cuanto al lugar de ejecución también hay matices a la regla general de que se sacará "desde el lugar donde se cometa la infracción". Uno, los libres indirectos dentro del área pequeña se sacarán en el lugar más próximo de dicha área paralela a la línea de meta. Se suele ver en las cesiones a los porteros. Si la infracción que da origen a una falta indirecta se da dentro del área pequeña del equipo defensor (por ejemplo, un fuera de juego pegado a la línea de gol) el ejecutor puede sacar desde cualquier lugar de dicha área pequeña.

El reglamento prohíbe expresamente que el ejecutor de una falta toque dos veces seguidas el balón (de ahí la anulación del penalti de Julián Álvarez) aunque matiza que entenderá que "estará en juego una vez haya sido golpeado con el pie y se mueva con claridad".

Existe una última particularidad: la ejecución rápida de una falta. Siempre se entendió que el que saca debe pedir distancia, y dado ese paso debe esperar a que el árbitro pite para sacar. No es exactamente así. El reglamento sí recoge la opción de sacar rápido sin tener que esperar el silbido del colegiado y matiza que en caso de una ejecución rápida si "un adversario que se halla a menos de 9,15 interceptara el balón, el árbitro permitirá que el juego continúe". Eso sí, "si el árbitro desea que los jugadores esperen el toque de silbato antes de reanudar el juego deberá pedir claramente a los atacantes que esperen a la señal".

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