Un fisio puede hacer penalti: el cambio normativo de 2016
Tras detectar varias interferencias de personal ajeno al juego, se sanciona con la pena máxima a aquel miembro del staff que impida un gol en su portería

Un fisio puede hacer penalti: el cambio normativo de 2016 / EFE
La jugada que se describe a continuación sucedió realmente en una división brasileña en 2013. En un partido de la cuarta categoría, uno de los fisioterapeutas del Aparecidense saltó al terreno de juego en pleno ataque peligroso del Tupi. El extraño elemento evitó hasta en dos ocasiones seguidas el gol del rival, que necesitaba anotar para seguir en la pelea por el ascenso. Se armó un jaleo monumental, con intentos de agresión al protagonista, y el colegiado, reglamento en mano, sancionó la acción solamente con "balón a tierra", es decir, con bote neutral. El Aparecidense del fisio tramposo ganó aquel partido.
La normativa cambió en 2016, a raíz de una modificación a la que instó la International Board en parte, cuentan desde el Comité Técnico de Árbitros (CTA) de la Real Federación de Fútbol del Principado de Asturias, por el incremento de este tipo de acciones en el mundo del fútbol. Los fisios como el del Aparecidense proliferaban en diversos lugares. La sanción era ligera, ese balón a tierra, en comparación con el perjuicio al equipo atacante, se justificó.
Ahora es diferente. Las reglas del juego, en su regla 3, establecen que "si un miembro del cuerpo técnico, suplente, jugador sustituido, jugador expulsado o agente externo entrara en el terreno de juego el árbitro deberá: detener el juego si interfiere, obligar a esa persona a abandonar el campo y tomar las medidas disciplinarias".
El cambio fundamental es en cuanto a la sanción. Si el que interfiere es miembro del cuerpo técnico, suplente, jugador sustituido o jugador expulsado se reanuda con libre directo o penalti. Esta modificación provoca, como medida más llamativa, que, por ejemplo, un entrenador o un fisio pueda cometer un penalti. Si es un "agente externo" (persona no inscrita) se mantiene el balón a tierra.
El cambio en la normativa puede dar lugar a situaciones surrealistas. Por ejemplo, en 2019 un suplente del Kiel alemán cometió, de forma involuntaria, el penalti más absurdo que se recuerda en su duelo ante el Bochum.
El delantero Ganvoula disparó cruzado, el balón se iba directo a la línea de fondo y el suplente Michael Eberwien, que calentaba cerca de la portería, devolvió la pelota hacia el campo. Antes de que el meta sacara, el VAR entró en escena, llamando a filas al árbitro y advirtiéndole de que Eberwien había tocado el balón antes de salir por milímetros. A pesar de no haber voluntariedad, el reglamente fue aplicado a rajatabla: penalti para el Bochum y amarilla para el suplente.
Otra circunstancia que cambia a partir de 2016 tiene que ver con los efectos de una invasión de campo. Antes, cualquier persona que interfiriera en el juego provocaba la invalidez automática de la acción. Ahora, sin embargo, se protege al atacante, de manera que si hay una interferencia pero la acción acaba en gol se dará validez a la jugada.
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