El Alimerka Oviedo Baloncesto se condena a sufrir: pierde ante Gipuzkoa un partido que tiró en el tercer cuarto (99-90)

Para aspirar a algo más que a una salvación agónica en una liga tan complicada y de tanto nivel como Primera FEB, un equipo como el Alimerka Oviedo Baloncesto no se puede permitir cinco minutos como los que tuvo en el tercer cuarto en la cancha del Gipuzkoa Basket y que le dejaron casi sin opciones de alcanzar una victoria que le hubiera quitado muchos agobios para las cuatro jornadas que restan de competición.

Tampoco es muy normal recibir 99 puntos ante un equipo que solo lleva una victoria más que tú ni que Smith se transforme en una suerte de Stephen Curry que mete todo lo que lanza. Espectacular el partido del estadounidense, pero demasiadas facilidades las concedidas por parte del equipo de Javi Rodríguez.

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La cosa comenzó mal para el equipo de Oviedo, con un Gipuzkoa muy entonado en el lanzamiento y un OCB que tuvo otro de esos inicios desafortunados que esta vez le costaron una renta que llegó a ser de diez puntos (14-4) a 5.19 de acabar el primer parcial. Reaccionó el equipo azul. Apareció Loïc Menuge, el más lúcido en el lanzamiento exterior, y Amarante tomó con criterio el mando del equipo.

La reacción fue completa y el primer cuarto acabó empate a 24 y con la sensación de que el OCB tenía mucho que decir en este partido. El segundo cuarto comenzó con una actuación fantástica de un gran Cosialls, que hizo de todo y todo bien. En este caso, algo que a veces le pesaba, también estuvo muy bien sumando puntos cerca del aro.

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El duelo estaba equilibrado, con alternativas en el marcador, y dio la sensación de que el cuadro vasco sujetó el partido porque estuvo muy fino en ataque en los mejores momentos del cuadro asturiano. El OCB, que no lo estuvo en el lanzamiento exterior, buscó con acierto a Ike Nweke cerca de canasta y fue sumando con regularidad. Un triple de Valinotti desde muy lejos para acabar el segundo cuarto dejó todo abierto para la segunda parte (47-46).

El tercer cuarto comenzó con un guion similar. El OCB anotaba a través de Nweke, al que Amarante encontró con mucho talento, y el Gipuzkoa se sostenía con Smith, que parecía capaz de meter todo lo que pasaba por sus manos. Él siguió haciéndolo hasta destrozar el partido mientras que el OCB perdió el oremus en cinco minutos fatídicos en los que prácticamente tiró todo el trabajo a la papelera.

Tras el enésimo triple de Smith (metió 7 en 12 intentos), el Gipuzkoa se escapó por ocho puntos (64-56) y Javi Rodríguez pidió tiempo muerto después de una pérdida de balón de Valonotti. Era el momento de tratar de parar la racha del rival y de buscar soluciones para frenar a su máximo anotador. Lo que sucedió, sin embargo, fue un despropósito. Dos pérdidas más del base argentino subiendo el balón dieron doce puntos de renta al conjunto de San Sebastián (68-56). Echó de menos Oviedo en esos instantes la jerarquía del lesionado Dan Duscak.

Pero lo peor fue que el OCB no reaccionó y permitió que Smith siguiera a lo suyo, anotando y anotando y volviendo a anotar hasta elevar la ventaja local a veinte puntos (76-56). Fueron dieciocho al final de un desastroso cuarto (78-60). En un instante, en un abrir y cerrar de ojos, el equipo de Oviedo se había dejado casi todas sus opciones.

El intento de remontada del último cuarto dejó la sensación de que, de no haber sido por esos regalos, el OCB podía haber competido hasta el final y hasta llevarse la victoria. Con todo perdido, Langarita, errático en los momentos importantes del duelo, empezó a hacer de la suyas y consiguió devolver alguna esperanza de victoria a 2.06 del final (90-82).

Aguantó Gipuzkoa con acierto desde el tiro libre para evitar cualquier susto ante un OCB que va a necesitar, por última vez, de su refugio: Pumarín. Le quedan cuatro partidos al Alimerka, de los cuales tres son en casa, en Oviedo, en un polideportivo que dejarán al final de esta temporada para trasladarse en la próxima al Palacio de los Deportes. Un traslado que necesitan que sea en esta misma categoría. Y para que así sea el camino más corto es ganar el miércoles (20.45 horas) un partido fundamental ante el Real Valladolid. Lo contrario traerá más sufrimiento.