La comunión equipo-grada

Sobre la victoria del Oviedo ante el Levante

Pelayo Botas García-Barrero

El Oviedo firmó una victoria de peso el pasado sábado en el Tartiere al imponerse 1-0 al Levante, segundo clasificado de Segunda. Ante más de 20.000 oviedistas que tiñeron de azul las gradas, el equipo dirigido por Veljko Paunovic dio un paso firme en su lucha por el ascenso, consolidando su presencia en los puestos de play-off y alimentando el sueño de todos: volver a Primera.

Se vio a un equipo serio desde el primer minuto, que quería el balón y dominar el ritmo del encuentro. El gol de la victoria llegó en una de las muchas incursiones de Rahim por la banda izquierda, facilitado por la inclusión de Colombatto como central izquierdo en la salida de balón. Esto liberaba tanto al mencionado Rahim en la izquierda como a Nacho Vidal en la derecha, permitiendo salir siempre en línea de tres y controlar el juego. Fue un partido marcado por la intensidad y el compromiso colectivo. La afición respondió con una entrega total, creando un ambiente que recordó por qué el Tartiere es una auténtica fortaleza emocional para el equipo. La comunión entre grada y césped fue total, y el equipo correspondió con una actuación sólida y valiente.

Desde la llegada de Paunovic al banquillo, el Oviedo ha sumado 8 puntos de 12 posibles, manteniéndose invicto. El técnico serbio ha logrado revitalizar al equipo, apostando por un sistema 4-2-3-1 que ha dado estabilidad y potenciado el rendimiento de jugadores clave. La solidez defensiva y la capacidad para competir en partidos exigentes se han convertido en las señas de identidad de esta nueva etapa.

La victoria ante el Levante no solo tiene un valor simbólico, sino también clasificatorio. El Oviedo se mantiene en la zona de play-off, con la mirada puesta en los puestos de ascenso directo. El calendario que se avecina será determinante: los azules visitarán al Huesca el próximo sábado 3 de mayo y al Racing de Santander el domingo 11 de mayo, dos rivales directos en la lucha por el ascenso. Estos encuentros serán auténticas finales, en las que el equipo deberá mostrar su mejor versión para seguir soñando.

La afición oviedista, que nunca ha dejado de creer, se ilusiona con un equipo que transmite pertenencia y orgullo. Cada victoria refuerza el sentimiento de que el Oviedo está en el camino correcto. Sin duda, la afición se desplazará de forma masiva este fin de semana a Santander y volverá a ser clave en los próximos compromisos, donde el equipo necesitará todo su aliento para afrontar los desafíos que vienen.

Con seis jornadas por delante, el Oviedo afronta un tramo decisivo de la temporada. La victoria ante el Levante ha sido un golpe de autoridad, pero el camino hacia el ascenso aún es largo y exigente. Quizá me repita, pero la unión entre equipo y afición será fundamental para alcanzar el objetivo. El sueño de volver a Primera está más vivo que nunca, y el Oviedo está dispuesto a luchar hasta el final.

Tracking Pixel Contents