Avión o coche, todo es bueno para apoyar al Avilés: así ha sido el ambiente blanquiazul en Lebrija

Más de un centenar de avilesinos acompañan al equipo en su primera eliminatoria de play-off en tierras sevillanas

Pasion blanquiazul en Lebrija

N. Menéndez

Noé Menéndez

Noé Menéndez

A pesar de las más de ocho horas en coche que hay entre Avilés y Lebrija, los blanquiazules no estuvieron solos para su primer encuentro de play-off ante el Antoniano. Prueba de ello fue la locura que, cuando llegó el bus avilesino al Municipal de Lebrija, se formó a su alrededor. Un centenar de avilesinos, muchos ellos llegados el mismo díaa, se animaron a bajar hasta Sevilla, solo para que su equipo sintiese el calor de su afición. “Este año vamos a subir, hay que ir con ellos a muerte”, coincidían los aficionados mientras vitoreaban a la plantilla.

Blablacar, en su propio coche, en avión… Cualquier forma era buena para estar en tierras sevillanas. Los primeros en llegar fueron Edu Cortina y Eric Callís, jugadores desconvocados que, a pesar de ello, querían estar presentes para apoyar con sus compañeros. “Llegamos esta mañana, en el vuelo de Sevilla, porque no nos queríamos perder algo así. Hay que hacer vestuario y estar en estos momentos es importante”, apuntaban ambos, que después se irán en el bus junto al resto de futbolistas. Con ellos estaba también Ignacio López, primo de Mecerreyes, que confesaba que “yo a estos chavales les persigo a donde haga falta”. “Este año vamos a subir”, sentencia.

Pelayo Rodríguez, Bernardo Bascones, Aurelio García, David Álvarez y Arcadio González acababan de llegar. “Estaba buscando como venir, porque no me quería perder una cita así, y vi que ellos publicaron el viaje en Blablacar. Ni lo dudé”, señala Rodríguez. “Salimos a las seis y media de la mañana, pero merece la pena. Este año el destino nos va a sonreír”, indica Bascones.

Otro de los grupos más numerosos era el de César García. En su caso bajaron en dos turnos, unos el viernes de noche y otros el mismo día de partido a la madrigada. “Había que calentase, la ocasión lo merece”, coinciden todos. Desean un buen resultado para que la eliminatoria se pueda decidir en el Suárez Puerta.

Liana Calzón y Adrián Fernández optaron por el avión y, tras hacer noche, volverán a Avilés. “Tenemos mucha confianza en este equipo. Después de la segunda vuelta que hemos hecho podemos optar a cualquier cosa”, aseguran.

Desde más cerca llegaron Juan Antonio Bautista y Carmen María Ramírez, padres de Kevin Bautista y que, en el momento que vieron el rival del Avilés, no dudaron en estar presentes en las gradas de Lebrija. “Era el que queríamos, así teníamos la oportunidad de verle al lado de casa”, comenta la pareja, que destacan lo a gusto que se tiente su hijo por tierras asturianas. “Lo vemos muy bien, muy contento. Le ha sentado bien Asturias”, señalan. Confían en estar, en unas semanas, en tierras asturianas, para la final del play-off de ascenso. “Kevin nos dice que Rozada es mucho Rozada, a este equipo le va a ir bien seguro”, sentencian.

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