Una dirección deportiva experta en play-off: la espectacular estadística de dos de los miembros del Avilés

Dentro de la expedición del Avilés que ya descansa en Jerez antes del gran duelo de hoy a las 20 horas ante el Antoniano hay dos hombres que saben a la perfección lo que es una eliminatoria de play-off. De hecho, han estado en un escenario así en seis de sus siete temporadas desde la dirección deportiva de un club. El tándem formado por Miguel Linares (director deportivo) y Antonio Cruz (secretario técnico) es garantía de éxito y este año no ha sido menos. Ahora vuelven a un play-off donde esperan tener la misma fortuna que en su etapa con el Linares, donde llevaron a un equipo de una ciudad con menos de 60.000 habitantes a soñar con la Segunda División.

Toca retroceder en el tiempo. Tras salir de la disciplina del Córdoba, el binomio andaluz del Avilés recaló en el Linares, equipo que, por aquel entonces, en la temporada 2018-19, estaba en la anterior Tercera División. Nada más llegar ya consiguieron clasificar al equipo al play-off de ascenso a Segunda B, aunque se quedaron con la miel en los labios. Ese fue el preludio de un curso sensacional, el 19-20, donde quedaron campeones del grupo andaluz y, en el play-off de ascenso, esta vez sí consiguieron remachar la hazaña, haciéndose con un hueco en la antigua Segunda B.

Aunque la temporada 20-21 fue un auténtico caos a nivel organizativo, porque fue cuando la Segunda B se dividió en Primera Federación y Segunda Federación, su Linares consiguió dar el callo y, tras quedar segundo en el grupo B del grupo 4, finalmente, tras caer ante el Amorebieta en su primer intento por llegar al fútbol profesional, se hicieron con una plaza en la recién estrenada Primera Federación.

No sería la última vez que Miguel Linares y Antonio Cruz rozarían la Segunda División. Al año siguiente, en la 21-22, su Linares volvió a firmar un año brillante, sorprendiendo a todo el mundo, terminando la Liga en quinto puesto, en zona de promoción, por encima de equipos como Castellón o los filiales de Madrid y Barcelona. Ese año fue el Deportivo el que cortó las alas de los andaluces.

El tándem ahora blanquiazul cambió de aires, fichando por el UCAM Murcia, donde en su primer año también metieron al equipo en la lucha por el ascenso, esta vez en Segunda Federación. En esta ocasión fue el Atlético de Madrid, de su ahora jugador Javi Cueto, el que les dejó sin premio en la final de la promoción. El año pasado, también con los murcianos, no consiguieron entrar en los puestos de promoción.

Ahora, tras su único año sin tocar los play-offs en su carrera, Linares y Cruz vuelven a sentir los nervios de una eliminatoria a vida o muerte. Por algo eran uno de los nombres más cotizados durante el mercado veraniego, cuando varios equipos se pelearon por sus servicios. El objetivo es claro, volver a repetir la hazaña que lograron con el cuadro jienense y llevar al Avilés a Primera Federación.