El único avilesino del Avilés, ilusionado con el futuro del club: "Nos veo capaz de conseguir el ascenso, pero hay que ir con prudencia"

«Estos días siento algo especial, estos días los estoy viviendo muy intensamente», confiesa el futbolista, ambicioso de cara a la semifinal del domingo ante el Antoniano, donde cree que su equipo tendrá más la pelota

Mecerreyes, ayer, en el Suárez Puerta

Mecerreyes, ayer, en el Suárez Puerta / N. M.

Noé Menéndez

Noé Menéndez

Avilés

La sonrisa delata a Javi Mecerreyes (Avilés, 2000). El único avilesino de la plantilla del Avilés está disfrutando estos días como el que más. La ciudad está volcada con su equipo y es algo que él, que se ha criado a escasos metros del estadio, vive con especial ilusión. Tras ver varios play-offs desde la grada, ahora le toca ser protagonista sobre el terreno de juego. El centrocampista confía en poder pasar de ronda este domingo y ve a los blanquiazules capaces de hacerse con una plaza en Primera Federación. Antes de comprar unas entradas para sus amigos atiende a LA NUEVA ESPAÑA en el Suárez Puerta.

Como único avilesino de la plantilla estas semanas deben ser especiales.

La verdad es que sí, son las semanas más importantes para conseguir el objetivo que todos queremos. La gente de Avilés tiene muchas ganas de vivir el partido del domingo. Estamos todos, no solo yo, muy motivados.

¿Qué significan para usted las colas que hay para sacar entradas para el domingo?

Sabía que la gente iba a responder, pero no me esperaba toda la cantidad de gente que hay estos días pendiente. Es una sensación muy guapa, nos están dando un gran apoyo y ojalá podamos devolvérselo el domingo pasando de ronda.

Viviendo al lado del estadio le pararán por la calle.

A mí y a muchos. Avilés es una ciudad pequeña y es lo guapo, ver como los aficionados te comentan el partido y ver de primer mano como van creciendo la ilusión por el domingo.

¿Siente una responsabilidad extra por ser de la ciudad?

Más que responsabilidad lo que siento es algo especial, pero no sabría definírtelo. Al final yo de pequeño venía al campo y he vivido varios play-offs como aficionado. Era algo que echaba de menos antes de la llegada de Baeza, ya no había esa ilusión por la calle ni niños con la camiseta. Ahora tengo esa sensación especial y lo vivo muy intensamente. Estoy muy ilusionado.

Hace dos años, cuando se jugó el último play-off, usted estaba en la grada. ¿Se vive de manera muy diferente desde dentro?

Yo creo que lo pasé peor estando fuera que ahora que estoy dentro. Recuerdo aquel partido contra el Granada B y la sensación de impotencia por no poder hacer nada. Estando dentro tienes más poder, puedes poner más de tu parte para que las cosas salgan bien. Si tengo que elegir me quedo con vivirlo desde dentro, con eso no dudo.

¿Ve mucha diferencia entre el ambiente de hace dos años y el de estas semanas?

Aquella temporada solo pude venir a la final porque estaba jugando en Madrid, pero recuerdo la ilusión que se veía en las redes sociales. Ahora ha pasado las malas sensaciones del año pasado, que fue duro, y creo que la ilusión es máxima.

Habla de la pasada temporada, en la que se rozó el descenso. ¿Qué ha cambiado para estar, un año después, en una situación totalmente distinta?

A veces las temporadas no se dan como uno quiere. El año pasado pienso que, a principio de campaña, merecimos más puntos de los que conseguimos. Mentalmente eso nos fue haciendo mella y, aunque hubo unos meses que parecía que levantábamos la cabeza, volvimos a tener una racha mala de derrotas. Para mí todo estuvo en la cabeza, si el equipo hubiese sacado un par de resultados para empezar a creérselos la cosa hubiese cambiado. Hubiésemos tenido más confianza. Este año, aunque hemos sufrido mucho, el equipo se ha mantenido fuerte. Creo que ha sido la clave de esta temporada.

¿Tener a un entrenador con carácter como Rozada sirve para que el equipo haya mantenido esa fortaleza?

La figura del míster es muy importante, al final es el capitán del barco. Su comportamiento hace que, en situaciones complicadas, el grupo absorba su energía. Rozada es un ganador nato y ese carácter nos ha ayudado en los momentos complicados.

¿Cómo es la relación que tiene con él?

Le tengo muchísimo cariño. Es un tipo puro, transparente. Lo ves en el campo y puedes pensar que es muy intenso y con carácter, pero fuera es una persona increíble. Está pendiente de todos nosotros, de ver cómo estamos. Es un diez de persona.

Usted protagonizó uno de los momentos más duros de la temporada, cuando se conoció que sufría un tumor. ¿Cómo se encuentra?

Va a ser un capítulo que no se cerrará hasta dentro de mucho, tengo que seguir haciéndome pruebas y controles cada cierto tiempo, pero estoy muy bien. Es algo que ya tengo olvidado, mentalmente me viene bien dejarlo aparcado. Todas las pruebas están saliendo bien y no tiene por qué volver a pasar nada.

El equipo salió vivo de Sevilla y ahora tiene la eliminatoria de cara para este fin de semana.

Creo que el empate en Sevilla fue un buen resultado, incluso pudimos merecer la victoria. Al equipo lo veo increíblemente bien, nos adaptamos al partido y estamos con confianza. Allí se me subió el gemelo, pero ya estoy entrenando sin problemas.

¿Qué tipo de partido se imagina en el Suárez Puerta?

Creo que se verá una versión suya parecida a lo que hicieron en la ida, un equipo que compite muy bien en las disputas y las segundas jugadas. Nosotros trataremos de mostrar una versión un poco diferente, aquí podemos tener más protagonismo con el balón. Allí nos tuvimos que adaptar, pero aquí siempre tenemos más ocasiones de gol, porque siempre generamos, y eso puede ser la clave del partido.

La afición apunta a acompañar en la cita, con un buen ritmo en la venta de entradas.

Va a ser una pasada. Es algo que motiva mucho, hace que estés en el campo como una moto. Es positivo y para ellos se transforma en difícil, porque van a ver a todo un estadio volcado con nosotros.

¿Ve al Avilés en Primera Federación en dos semanas?

Lo veo, pero hay que ir con tranquilidad y prudencia. Tenemos confianza, creo que el equipo está más que preparado y capacitado para conseguir el ascenso.

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