El Círculo Gijón Baloncesto falla su primera bala: pierde ante el Molina (74-71) y se jugará el último billete de ascenso ante el Aridane

El equipo gijonés, de más a menos, sucumbe en un último cuarto lleno de nervios y desaciertos

Lance Paul, del Círculo, trata de anotar ante la oposición de Juan González.

Lance Paul, del Círculo, trata de anotar ante la oposición de Juan González. / Juan Plaza

Gijón

El Círculo Gijón Noega Baloncesto tendrá que ir por el camino largo si quiere ascender a Segunda FEB. El equipo gijonés, arropado por un Palacio de los Deportes que presentó muy buena ambiente, rondando los 1.500 espectadores, fue de más a menos y acabó perdiendo en un final ajustado. Lo que le había salido cara en las jornadas precedentes le fue cruz y un triple de Martín-Quintanilla a falta de tres segundos sentenció el partido. El Molina murciano es el equipo ascendido en el grupo del Círculo, que ahora buscará la plaza de ascenso que resta en el choque contra el segundo clasificado del otro grupo, el Aridane canario. La cita, el domingo al mediodía en el Palacio.

El Círculo, consciente de lo difícil que le había sido entrar en calor en las jornadas precedentes, comenzó como una moto. Bien plantado en defensa, con Sergio Martínez haciéndose fuerte en el rebote, la muñeca de Hoexum dio primero, el citado Sergio anotaba con facilidad bajo el aro y Lance Paul hacía diabluras y las metía. La diferencia se disparó hasta los 11 puntos (22-11) y el entrenador del equipo murciano se vio obligado a solicitar tiempo muerto. El acierto local bajó algo, pero la entrada de Samu Barros fue otro chute de energía para el Círculo. Su fortaleza en defensa y sus rápidas transiciones fueron básicas para que el cuarto terminase con una holgada diferencia a favor del equipo gibones (27-19).

El segundo cuarto, sin embargo, experimentó el típico colapso ofensivo del equipo dirigido por Nacho Galán. Los jugadores visitantes cerraron mejor los espacios de Paul, tapiaron la zona, donde Sergio empezó a fallar todo lo que antes metía, por muy cerca que estuviese de la canasta, y Barros perdió fuelle. Con eso y la tremenda racha que agarró el argentino Tavelli, el marcador se fue ajustando peligrosamente para los intereses del Círculo. Hasta el 38-36 con el que se llegó al descanso. 

La segunda parte fue un tira y afloja, aunque la situación se fue deslizando progresivamente hacia los intereses del Molina. El Círculo sufrió primero lo indecible en el rebote, hasta que fue rescatado con un doble dos más uno de Paul, y de nuevo Samu Barros tiró de corazón para pegar otro estironcito local. Todo era en balde, porque los visitantes se las apañaban para sostenerse en el electrónico. Al final del tercer cuarto, 58-54 para el Círculo.

Pero el conjunto gijonés se vino abajo en el peor momento. El ataque local se fue espesando más y más, con sus jugadores empecinados en estrellarse en una zona colapsada y con la muñeca encogida desde más allá de 6,75. Todo lo contrario que su rival, que encadenó una serie de aciertos para lograr un colchón que parecía definitivo (62-69 a menos de cuatro minutos del final). Podía parecer visto para sentencia, pero de nuevo apareció Samu Barros para levantar a su equipo y a los aficionados. La carga del gallego, que robó balones y forzó faltas por doquier, fue suficiente para llevar al Círculo a empatar el partido a 71 en el último minuto. El equipo local incluso tuvo una posesión para ponerse por delante, pero el propio Barros falló un triple. El drama tuvo su epílogo en la otra canasta: el Molina tuvo hasta dos oportunidades de lanzar de tres y la segunda, tras dar varias veces en el aro, se coló. El reto de Nacho Galán es levantar la moral de su tropa en tiempo récord para jugarse hoy el último billete de ascenso a Segunda FEB.

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