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Amelia Fernández, una asturiana que brilla como jueza de judo: su primer Europeo, todo un éxito

La ovetense debuta en un campeonato continental de kata, siendo la única española en esa función, en el que dirigió dos finales: "Fue mejor de lo esperado"

Amelia Fernández Cano, en Oviedo.

Amelia Fernández Cano, en Oviedo. / Luisma Murias

Antonio Lorca

Antonio Lorca

Oviedo

A Amelia Fernández Cano se le presentaron dos posibilidades para hacer deporte cuando tenía solo 7 años: gimnasia o judo. La ovetense, a pesar de que su madre no lo tenía del todo claro, se decantó por la segunda opción. Hasta los 12 años lo practicó en el club que había en El Cristo y después fue evolucionando y aprendiendo hasta convertirse en una judoka que ha coleccionado éxitos tanto en la modalidad de kumite como después en la de kata.

Tras una larga carrera deportiva, siendo séptimo dan y cinturón rojo-blanco, ha dado un nuevo paso en su trayectoria y acaba de debutar como jueza en el campeonato de Europa de kata. En esa competición, celebrada en Riga (Letonia), le tocó juzgar primero varias eliminatorias y después dos finales. "Fue mejor de lo esperado, estoy muy contenta y muy ilusionada, me sentí muy arropada y fue una gran experiencia", explica la asturiana.

Esta labor de jueza permite a Amelia seguir creciendo en un deporte al que ha dedicado su vida y del que le gusta "todo": "Llevo toda la vida con el judo, disfrutaba mucho cuando entrenaba para los combates, la kata es como un estudio más minucioso", explica. Para llegar a ser jueza de nivel europeo, Amelia ha tenido que pasar unas pruebas muy exigentes: "Te examinan maestros de la Federación Europea, después te hacen un test escrito sobre las reglas, si lo pasan te hacen otro tipo test enfocado a las especialidades y una vez que pasas eso tienes que hacer una demostración, en inglés, teórica y práctica".

Amelia pertenece al Club Gandoy, de Gijón, y a lo largo de su trayectoria reconoce haber tenido "grandes maestros", aunque si tuviera que decir a uno que le ha influido especialmente ese sería, sin duda, Shu Taira, "pertenezco a esa generación en la que muchos fuimos alumnos de él", explica sobre el influyente maestro japonés. En la modalidad de kata, que comenzó a hacer después de su trayectoria en combate (kumite) –fue dieciocho veces campeona de Asturias–, logró importantes triunfos junto a su compañera Elena Rodríguez. Juntas consiguieron tres bronces europeos y una plata, llegando a ser elegidas por la Federación Española mejor pareja.

Cerrada esa etapa, para "seguir vinculada", se acreditó primero como jueza nacional y ahora acaba de vivir su primer campeonato de Europa, siendo tres los españoles que estuvieron allí como jueces y ella la única mujer. "No lo esperaba, es algo que impone y que es una gran responsabilidad", explica una judoka que sabe que a partir de ahora le tocará ir "actualizándose", ya que se trata de un deporte "en continuo crecimiento".

Un crecimiento que, como siempre hizo, compatibilizará con su trabajo de auxiliar de enfermería. Todo este camino ha sido posible también por la gente con la que lo ha recorrido, por "referentes" como fueron para ella María José Núñez y Teresa Campos; por el trabajo de la Federación Asturiana, que "impulso la disciplina junto a los profesores José Joaquín Suárez y Vicente J. González"; o el apoyo de gente tan relevante como los asturianos José Antonio Gandoy y Jesús Verano.

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