El fútbol regional asturiano, de luto: fallece María Luisa Urbaneja, presidenta del San Juan La Carisa

Fundó el club en 1988 y lo presidió desde entonces

María Luisa Urbaneja, la presidenta del C.F. San Juan La Carisa que rompió moldes en Asturias: "Nunca me sentí discriminada"

VÍDEO: Amor Domínguez/ FOTO: Luisma Murias

Antonio Lorca

Antonio Lorca

Oviedo

María Luisa Urbaneja, presidenta del club de fútbol San Juan La Carisa de Oviedo desde 1988, cuando se fundó, falleció ayer a los 64 años de edad. Natural de Figaredo (Mieres), Urbaneja fundó junto a su marido, el fallecido José Enrique González Vega, una entidad deportiva que pretendía dar una opción sana de pasar el tiempo a los jóvenes de un barrio entonces de nueva creación en la capital del Principado.

La presidenta del San Juan La Carisa nunca se cansó de luchar y así consiguió en 1999, tras varios años yendo de un campo a otro, poder ocupar junto a otros clubes el campo Díaz Vega, en La Corredoria. A Urbaneja se le concedió la medalla de bronce de Oviedo en 2018, que le fue entregada en 2024.

LA NUEVA ESPAÑA contó recientemente su historia:

El San Juan La Carisa, de La Corredoria, tiene nombre y apellidos

María Luisa Urbaneja, presidenta del club de fútbol desde su fundación en 1988, sacó adelante al equipo junto a su marido en una época donde era un deporte preeminentemente masculino

"36 años dieron para mucho, días de gloria y de derrota. Hubo de todo, todas las categorías, arriba abajo. Habría para escribir una colección de libros". Así empieza la historia de la Asociación Deportiva San Juan La Carisa, de La Corredoria. Un relato que va ligado de forma indisoluble a un nombre, María Luisa Urbaneja, presidenta desde la fundación del club de fútbol. "Fue el 19 de marzo de 1988. Tenía 27 años", recuerda la directiva que, durante muchos años, fue la única fémina que tuvo un cargo similar en Asturias en un deporte mayoritariamente masculino en el que nunca se vio discriminada por ser mujer. "Siempre se me valoró, se contó conmigo, con mis opiniones se me trato como una más. Nunca nadie me hizo un comentario fuera de lugar", afirma. "Claro, porque además sabía yo mucho más de esto que hombres", ríe, mientras recuerda el recorrido del club en la oficina que tienen en el Estadio Manuel Díaz Vega, rodeada de recuerdos.

Así comienza la historia

La historia comienza con un matrimonio joven con dos hijos que se muda a La Carisa en 1980. La pasión José Enrique González, el marido de Marisa Luisa, fallecido hace quince años, era el fútbol. Hoy su lugar lo ocupa Daniel González, hijo del matrimonio, que es el vicepresidente del equipo y acompaña a su madre mientras habla. La pareja se encontró hace cuarenta años con un barrio en el que había mucha juventud y niños, pero sin instalaciones deportivas. José Enrique decidió tomar cartas en el asunto.

María Luisa Urbaneja y Alfredo Canteli.

María Luisa Urbaneja y Alfredo Canteli. / Luisma Murias

La cosa se movió y en la primera reunión le propusieron a él llevar la coordinación y los entrenamientos. Lo que no esperaba es que saliera ella propuesta como presidenta del club. "Es que ni estaba en la reunión. Me fueron a buscar a casa para que diera el sí", recuerda con una sonrisa. La mujer se vio, en primera instancia, tan comprometida ante tantos vecinos que dijo que sí. "Total, ya que voy a acompañar con mi marido no tendré que hacer mucho más. Me equivocaba, porque tuve que hacer de todo", ríe. Desde preparar las fichas, a hacer las gestiones con la federación hasta lavar la ropa de la plantilla. "No teníamos donde y lo hacía yo en casa. Tres tendales tenía, por todas las ventanas", recuerda.

El club echa a andar en Los Castañales

Empezaron en el 88 con el equipo regional. Jugaban en el campo de Los Castañales, que era de arena. En aquella época también estaba allí el Covadonga, con un solo equipo también. Al hilo del crecimiento del Covadonga, Urbaneja reseña que marca una gran diferencia el tener un campo para uno solo a compartirlo, en términos administrativos. Porque La Carisa, hasta alojarse en el Manuel Díaz Vega cuando se inauguró en 1999, tuvo que vivir una diáspora obligada durante una década.

MARIA LUISA URBANEJA, PRESIDENTA DEL SAN JUAN LA CARISA.

MARIA LUISA URBANEJA, PRESIDENTA DEL SAN JUAN LA CARISA. / Miki López

Primero jugaron en Los Castañales, donde tenían que pagar una renta y el matrimonio asumió el pago pidiendo un crédito personal. No sería el único préstamo con el que mantuvieron el club a flote, ya que un patrocinio que no se materializó les obligó a pedir uno bastante cuantioso cuando alcanzaron la primera regional, según cuenta la presidenta. Respecto a estadios, el Luis Oliver, Olloniego, La Morgal, en Matalablima, La Pixarra fueron otros sitios hasta donde se desplazaban a entrenar y jugar como locales. "Cargábamos los coches con los niños y venga", relata, "fueron unos héroes".

Una entidad con 127 jugadores

En 2024 tienen prebenjamín, benjamín, alevín, cadete, juvenil, regional y sala senior. Entre todos suman 127 jugadores y de cadete para abajo el 90% de ellos son de La Corredoria. De cara a la próxima temporada la presidenta tiene esperanzas de crecer y sacar "dos o tres equipos más" y "conseguir un poco más de horario" para entrenar en el Díaz Vega. También está tramitando algunas incorporaciones. "Vuelve Aragón, un entrenador que tuvimos en el regional. Es una gran persona, íntegro, serio, buen técnico y mejor orador".

Pero el alma de La Carisa son, ante todo, las personas. "Es lo que priorizamos, antes que los resultados", apostilla su hijo. "Si un niño quiere jugar, va a jugar, sea más o menos bueno. Hay que premiar que estén involucrándose en cosas buenas, esa es nuestra finalidad", desarrolla. "Que hagan grupo y estar en el club sea parte de su formación como persona".

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