Marc Martí se despide del Alimerka Oviedo Baloncesto: el capitán pone punto final a cinco años como estandarte de Pumarín

El ala-pívot catalán ha disputado 120 partidos con la camiseta del OCB y en la última etapa ha sido fundamental en momentos muy importantes

Marc Martí, del Oviedo Baloncesto, machaca en el partido ante el Ourense, en el polideportivo de Pumarín.

Marc Martí, del Oviedo Baloncesto, machaca en el partido ante el Ourense, en el polideportivo de Pumarín. / Irma Collín

Antonio Lorca

Antonio Lorca

Oviedo

Era la temporada 2022-23, una de las más complicados en la historia del Alimerka Oviedo Baloncesto. Todo salió mal. Trifón Poch cogió un equipo en verano y cuando comenzó la temporada tenía casi más lesionados que jugadores disponibles. Marc Martí no terminaba de salir de la dura lesión que le dejó en el dique seco toda la campaña anterior.

Marc Martí celebra el triunfo, puño en alto, junto a Lobaco, Valinotti, Amarante (tapado), Nweke y Langarita. BALONCESTO. MOVISTAR ESTUDIANTES. ALIMERKA OVIEDO

Marc Martí celebra el triunfo, puño en alto, junto a Lobaco, Valinotti, Amarante (tapado), Nweke y Langarita. BALONCESTO. MOVISTAR ESTUDIANTES. ALIMERKA OVIEDO / LNE

El año en el que Martí se vistió de héroe

Parecía que lo que mal empieza mal acaba. Martí iba a trompicones y Poch no terminaba de contar con él. El equipo no reaccionaba. Hubo cambio en el banquillo. Llegó Guillermo Arenas, un técnico clave en la historia del OCB, y le dio galones. Él los cogió y se convirtió, junto a una persona tan importante para él como Oliver Arteaga, en un líder y en un jugador determinante en la pista que, en lo estrictamente deportivo, que no fue lo único, fue clave para que el equipo se salvara.

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Amor Domínguez / Male Robles

Partidos para jugar y sentir

Nunca olvidará Marc Martí el partido que ganaron por 68-66 a Estudiantes en Pumarín: metió 15 puntos (6 de 6 en tiros de dos), cogió 6 rebotes y sumó 23 créditos de valoración para tumbar a un gigante y dejar un poco más cerca la permanencia. Lo remataron en un día de infarto. Un día que pudo ser trágico, pero fue feliz. Penúltima jornada de Liga. La salvación en juego. Visitaba Pumarín el TAU Castelló, que se jugaba el play-off, y justo ese día el club había decidido retirarle la camiseta a Oliver Arteaga, que se había lesionado hacía un par de jornadas y que no iba a continuar en Oviedo.

Superar lo emotivo para salvar al OCB

Un día emotivo, muy emotivo, para Martí. Solo él sabe lo que le supuso esa victoria por 83-66 en lo personal, el peso que se quitó de encima al poder despedir a su amigo del alma con el equipo en LEB Oro (ahora Primera FEB). Tanta emoción que casi dolía.

Cinto temporadas en las que hubo de todo

A Marc Martí le toca hoy decir adiós a un club en el que ha estado cinco temporadas y en el que ha pasado de ser un chaval a convertirse en un hombre. No renueva con un club en el que ha pasado momentos malos, sobre todo por las lesiones, buenos, con gestas deportivas como los años de play-off con Natxo Lezkano, y regulares, con temporadas duras en las que hubo que pelear casi hasta el final por la permanencia.

En todas, en las malas y en las buenas, Martí ha sido un tipo honesto, el pegamento del vestuario, siempre un aglutinador, un madero en el océano al que se podían agarrar los que se sumaban al proyecto. En la etapa en la que convivió con Oliver Arteaga fue su lugarteniente y cuando el histórico pívot canario lo dejó se convirtió en el nuevo capitán del OCB. Dejará un hueco enorme en lo deportivo y un socavón entre sus más allegados, siendo alguien muy querido también por la afición.

La maldita lesión

Una afición a la que se le partió el corazón cuando, en la temporada 2021-22, en la que estaba llamado a ser protagonista, en una acción de contraataque en el partido que enfrentaba al entonces denominado Unicaja Banco Oviedo con el Prat, la dura defensa de Arnau Parrado le dejó fuera de combate el resto de la temporada.  El OCB le renovó de inmediato, pero, con 24 años, el catalán tuvo que recuperarse de una lesión que deja secuelas en lo anímico y en lo físico.

Un sitio preminente en la historia del OCB

Se recuperó y el camino que recorrieron juntos club y jugador dio sus frutos. Ahora, cuando se separan los caminos, apostando el club por otro perfil para la posición de ala-pívot, es el momento de poner en su lugar a un jugador que queda entre los grandes de la historia del club. Una estirpe de capitanes que han hecho grande a este club, el decano de la categoría, que ahora se traslada al Palacio de los Deportes después de 21 temporadas en Pumarín, donde nadie se olvidará de un gran tipo.

120 partidos con el OCB, dos play-off de ascenso y tres permanencias que, con el tiempo, serán valoradas como momentos fundamentales en la historia de un club que ha logrado resistir también cuando han vendido mal dadas. Y mucha culpa de ello la tiene Marc Martí.

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