Otro máster para Iyana: crónica del debut de la ovetense con la selección de baloncesto

Iyana Martín (Oviedo, 2006) no entiende de pausas. Aunque sobre la pista maneja los ritmos a su antojo, su carrera va siempre en quinta. En solo dos años ha pasado de ser la MVP del Mundial sub-19 a consolidarse en la élite del baloncesto profesional con el Perfumerías Avenida, jugando una final de Copa, unas semifinales ligueras y compitiendo en Europa. Pero pocas experiencias pueden igualar a la vivida estos días con la selección española absoluta, donde ha recibido un máster intensivo de emociones, juego colectivo y superación personal.

Un susto y una plata europea

En el Eurobasket, todo parecía ir sobre ruedas. Tras una impecable fase inicial en Alemania, España aterrizó en El Pireo (Grecia) con aspiraciones máximas. Pero la víspera de los cuartos de final, Iyana sufrió un fuerte dolor abdominal que la llevó al hospital. El diagnóstico: colitis infecciosa. Pasó varios días ingresada, mientras sus compañeras avanzaban hasta la final luciendo camisetas con su nombre como homenaje. El vestuario estalló de alegría cuando la joven asturiana regresó justo a tiempo para vivir la gran final… aunque esta acabara con sabor amargo.

Bélgica remontó en los últimos tres minutos una renta de 11 puntos y dejó a España con la plata. Pero el valor de lo conseguido fue subrayado por la propia Iyana, que resumió con madurez la experiencia: "Es frustrante haberlo tenido, pero en unos días miraremos atrás y diremos que es una plata europea. Estoy muy orgullosa del equipo, del staff y de toda la gente que nos apoya".

Una joya en el engranaje español

La final reflejó a la perfección la filosofía de Miguel Méndez: una rotación generosa y solidaria frente a una Bélgica más dependiente de su quinteto. En España anotaron 9 de las 10 jugadoras; en Bélgica, tres de las titulares concentraron 52 de los 67 puntos. La diferencia en anotación desde el banquillo fue abrumadora: 29 puntos de España frente a 2 del rival.

Con solo 18 años, Iyana Martín muestra una madurez deportiva impropia de su edad, con un lenguaje gestual firme y un juego que combina dirección, creatividad y carácter. Junto a talentos como Awa Fam y Elena Buenavida, forma una generación que ya ilumina el presente y el futuro del baloncesto femenino español.

Suscríbete para seguir leyendo