Esta atleta lo lleva en la sangre: India Nolet, heredera de un alma de campeón

La hija del exatleta Pedro, lidera el ranking nacional sub-14 en 500 metros: "aspiro a ser olímpica"

VÍDEO: India Nolet, hija del atleta Pedro Nolet, lidera el ranking nacional sub-14 en 500 metros: «Aspiro a ser olímpica»

M.R. / J.A.

María Rendueles

María Rendueles

Oviedo

Con solo 13 años, India Nolet encabeza el ranking nacional sub-14 en los 500 metros lisos y ocupa la segunda posición en el de 150. Su marca de 1:18.98 en el 500 le ha permitido situarse como una de las grandes promesas del atletismo español. Hija del exolímpico Pedro Nolet, la ovetense India ha crecido entre series, cronómetros y códigos secretos de silbidos que marcan el ritmo desde la grada. Su mundo es la pista, donde compite con frialdad, ambición y una técnica depurada fruto de años de trabajo paciente y meticuloso.

Heredera de un alma de campeón

Heredera de un alma de campeón / lne

Entrenar lo justo y necesario

Aunque entrena solo tres días a la semana –martes, jueves y sábado–, lo hace con la intensidad y calidad de alguien que lleva media vida dedicada al atletismo. "India tiene condiciones. No hay necesidad de sobreentrenarla. Con tres días le basta porque su cuerpo asimila muy bien el trabajo", asegura su padre, que también es su entrenador. Pedro la entrena desde que tenía cinco años y ha adaptado su vida para hacerlo: dejó de trabajar por las tardes para dedicarse a su hija y a su grupo de atletas, entre los que también figura el olímpico gijonés Iñaki Cañal.

Heredera de un alma de campeón

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Una conexión familiar y deportiva

La conexión entre padre e hija es mucho más que un lazo familiar: es un relevo generacional en plena forma, una herencia de alma de campeón. Pedro asegura que India le entiende "con solo una mirada" y que juntos han desarrollado un sistema de códigos con silbidos para comunicarse en competición sin dar pistas a las rivales. "Dependiendo del tipo de silbido tengo que cambiar de ritmo", explica. India, que compite siempre con gafas oscuras, reconoce que las utiliza para concentrarse y aislarse: "Así los demás no pueden verme. Estoy en mi burbuja".

Heredera de un alma de campeón

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Entrenar sin gritos ni presión

Ese vínculo también se refleja en la forma de entrenar. No hay gritos ni presión excesiva. "No soy un padre obsesionado. Si India tiene que dejar dos series, las deja. Lo importante es que disfrute", aclara Pedro. "No podemos estar más de un día enfadados", dice ella con una sonrisa, reconociendo que a veces su padre le tiene que llamar la atención porque no para quieta.

Heredera de un alma de campeón

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Entrenar con los mayores

India no entrena con chicas de su edad. Lo hace con un grupo de atletas mayores, muchas de ellas con más de diez años de experiencia. "Eso le obliga a exigirse más, le da madurez y ritmo competitivo. Si entrenase con niñas de su nivel, se aburriría", señala su padre, que considera que este entorno de exigencia es una de las claves de su progresión. "Es una niña adelantada. Técnica, fuerte mentalmente, y que tiene claro que lo suyo es correr".

Heredera de un alma de campeón

Heredera de un alma de campeón / LNE

El mejor legado de Pedro Nolet

Para Pedro Nolet, ver a sus hijos seguir su camino es algo más que una satisfacción. "Es el mejor legado que puedo dejar. Que los dos, India y su hermano, quieran ser atletas es para mí un sueño cumplido".

Su hijo pequeño, Yomí, nombre africano de su abuelo, también ha brillado en las pistas. Fue campeón de Asturias en 50 metros y acumula tres victorias consecutivas en la San Silvestre infantil, por delante incluso de su hermana, que ganó dos y fue segunda en otra. "Antes hacía atletismo, pero ahora me centro en el fútbol. Aunque igual vuelvo", dice él.

Heredera de un alma de campeón

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Pedro lo tiene claro: "India es muy fuerte mentalmente, muy fría en competición. Eso es clave. Se pone nerviosa como cualquiera, pero una vez pisa la pista, se transforma".

La ambición en casa de los Nolet no se esconde. India no se conforma con liderar rankings. "Aspiro a ser olímpica", dice sin dudar. Su padre, que conoce bien ese camino, cree que no es una meta imposible.

Aunque solo tenga 13 años, la cabeza de India ya corre igual de rápido que sus piernas.

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