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La última, tan rara como la primera: la historia detrás de la goleada del Avilés Industrial en el Pedro Escartín

El Real Avilés Industrial marcó 4 goles a domicilio en 25 partidos y el extravagante 3-4 de Guadalajara solo tiene un precedente, el que hace 42 años coincidió con la primera victoria de su historia

La afición del Avilés Industrial, en la grada.

La afición del Avilés Industrial, en la grada. / Miki López / LNE

Jorge Valverde

Jorge Valverde

Avilés

La prensa vitoriana ilustraba con foto sintomática, la de Iñaki Vergara, guardameta del Alavés, desconsoladamente aferrado a uno de los postes de la portería este de Mendizorroza, la más cercana al célebre frontón Ogueta. No era para menos, pues, en un tramo de 21 minutos, los que iban desde el 13 al 34 de la primera parte, recibía 4 goles de un Real Avilés Industrial desatado al contragolpe. Juan Carlos González, por dos veces, Jesús Martín y Juan Calvo provocaban el desplome anímico del guardameta vasco, que suplicaba por su propia sustitución, a la que el entrenador, Emilio Quílez, accedía en el descanso. Vergara ya no jugaría más en esa temporada, pero con el tiempo encauzaría una carrera que le mantuvo casi una década en Primera División.

La última, tan rara como la primera

La última, tan rara como la primera

La secuencia forma parte de la primera victoria registrada en los anales del Real Avilés Industrial. Además de coincidir en guarismos con la última, la del pasado domingo en Guadalajara, ambas determinan los dos únicos momentos en los que, en sus 42 años de existencia, los blanquiazules –de granate, durante aquella tarde de Vitoria– celebraron la excentricidad de un 3-4 a domicilio.

El número de partidos rematados con 4 goles, fuera de Avilés, se eleva a 25. Todos acabaron en victoria y se distribuyen con bastante proporción dentro de cada una de las cuatro décadas y media que llevamos de industrialismo. Las dos temporadas que abrieron el siglo, 2000-2001 y 2001-2002, fueron las más fecundas para un póker que se repitió hasta ocho veces, cuatro en cada una, cuando Ángel Lobera, aragonés y alagonés, se mostraba especialmente inmisericorde con el adversario.

La gran mayoría de los desplazamientos –19 de 25– que el Real Avilés Industrial saldó con 4 goles tuvieron lugar en suelo astur. La media docena restante, tras cruzar los pasos del Pajares, del Huerna o de las rías del Eo y de Tinamayor, partiendo del ya comentado de Vitoria, prosiguieron diez años después, en la desaparecida Ciudad Deportiva del Real Madrid y en el Barreiro, feudo del Celta Turista, durante la fértil época de la dupla Joaquín Alonso – Javi Prendes. El ya penúltimo precedente permanece fresco en la memoria, no solo porque se produjo hace solo tres años y medio, en la temporada del estreno en Segunda Federación, sino por la forma, con el triplete que el zamorano Sergio García protagonizaba en aquellos cinco apoteósicos minutos de Móstoles.

Algo más de tiempo pasó desde la anterior tetragoleada de nivel 3. En la primera salida de la temporada 2012-2013, con destino Zamora, Josín Naya y Geni Suárez, a pares, asaltaban el que será próximo escenario para los blanquiazules. Tampoco es cuestión de esperar que el domingo marquen cuatro. Con uno podría ser suficiente para extraer del Ruta de la Plata tres puntos de oro.

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