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El pequeño de los Granda conquista Vallobín: la historia de una familia en la que el balonmano está en el centro de todo

"Decidí fichar por el Confía Base Oviedo en parte por culpa de que mi hermano jugó aquí", dice el actual lateral derecho del equipo azul

Pablo Granda, jugador del Confía Balonmano Base Oviedo que sigue los pasos de su hermano Ignacio: "De él siempre destaco su constancia y su paciencia"

A. D. / A. L.

Antonio Lorca

Antonio Lorca

Oviedo

Cada vez que el Confía Base Oviedo va a jugar un partido en División de Honor Plata, de inmediato se enciende un ordenador en Vigo, donde Ignacio Granda, Ina, se conecta al canal que pone en directo los partidos del equipo carbayón, en el que jugó desde que era un niño hasta que lo tuvo que dejar en 2019, y en el que ahora está su hermano, Pablo, que se enganchó a este deporte yendo a Vallobín a ver los partidos de ese hermano que le sacaba 7 años y al que admiraba.

Ina Granda, con el Base Oviedo en su etapa de jugador.

Ina Granda, con el Base Oviedo en su etapa de jugador. / Miki López

Un camino diferente que acaba por confluir

Pablo (Oviedo, 2001) siguió un camino diferente al de Ina. Los dos pasaron por el Auseva, pero el pequeño se integró en el Vetusta, club que surgió de ese colegio ovetense y en el que jugó hasta la pasada temporada en Primera Nacional. "Empecé en el Maristas Auseva, nunca había jugado en el Base, y se me presentó la posibilidad de hacerlo en Plata; era ahora o nunca, mi hermano me decía que me iba a arrepentir si no lo hacía. Es un reto personal", explica este lateral derecho diestro, que de momento está pasando la prueba con nota, ya que es uno de los más destacados del equipo en este inicio de temporada.

Un cambio de rutinas

El cambio de Primera Nacional a División de Honor ha obligado a este ovetense, que trabaja por las mañana en Avilés de terapeuta ocupacional, a hacer algunos cambios en sus rutinas: "Se nota la diferencia de categoría y he tenido que hacer un plan físico, cambiar algunos hábitos, se nota también que no hay equipos malos, que tácticamente son todos muy buenos".

En cuanto a la importancia que tiene su hermano en su carrera, Pablo reconoce que es máxima: "El balonmano en casa es de toda la vida (su hermana también jugó hace años en el Oviedo Balonmano Femenino), me acuerdo de ir a ver a mi hermano a Vallobín y pasarlo muy bien, y un día me dije ‘vamos a probar’; mi hermano estuvo muchos años en el Base y ahora decidí fichar en gran parte por culpa de que mi hermano jugó aquí".

Pablo Granda, con su camiseta y la de su hermano, en el pabellón de Vallobín

Pablo Granda, con su camiseta y la de su hermano, en el pabellón de Vallobín / BBO

Un seguidor desde Vigo

Ina, desde Vigo, reconoce haberse quedado "tranquilo" después de que su hermano aceptara la oferte del Base: "Lo veía contento en el Vetusta, jugando con los amigos de toda la vida, pero hacerlo en Plata, en una categoría superior, casi al máximo nivel y encima en casa era algo para aprovechar".

Además de hermanos, Ina y Pablo, según el mayor, se parecen como jugadores: "Mi hermano tiene un perfil de no dar una pelota por perdida, también es un jugador de calidad, nunca diré que es mejor que yo (ríe), aunque es más rápido y potente, pero jugamos en la misma posición y somos parecidos", detalla. Ina tuvo que dejar el balonmano tras hacer el MIR e incorporarse como médico en Vigo, donde reside ahora y desde donde ve los partidos de su hermano hasta que el calendario le ofrezca una oportunidad de pasarse por Vallobín (hoy juegan en casa ante el Zaragoza, a las 18:30, ante el Zaragoza). El pequeño de los Granda le está esperando.

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