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Ocho horas de bus durante 25 años por el Villa de Avilés

"Nos hace mucha ilusión participar", afirma Antonio Clager, director técnico del Binéfar

Trescientos niños calientan el villa. Ayer tuvo lugar en el pabellón del Quirinal el tradicional entrenamiento previo al Villa de Avilés, en el que participaron trescientos judokas | ALBERTO FERRER

Trescientos niños calientan el villa. Ayer tuvo lugar en el pabellón del Quirinal el tradicional entrenamiento previo al Villa de Avilés, en el que participaron trescientos judokas | ALBERTO FERRER

Noé Menéndez

Noé Menéndez

Avilés

Ocho horas de autobús le esperan hoy a Antonio Clager y su equipo, el Club Judo Binéfar. "Ya estamos acostumbrados, es como un día más en la oficina", comenta el aragonés, director técnico de su club. La entidad es una de los participantes más míticos del Villa de Avilés, torneo de judo que se disputa este fin de semana en el pabellón del Quirinal. No han fallado desde su primera edición, hace ya veinticinco años, y su intención es seguir. Además, no quieren irse de tierras avilesinas de vacío. "Nos hace mucha ilusión participar", asegura Clager.

"Siempre que decimos a los chavales del club que vamos a Avilés están encantados. Nosotros fuimos de los primeros en inscribirnos, porque allí las inscripciones vuelan y nosotros teníamos muy claro que teníamos que ir", asegura Clager, que destaca que el Villa de Avilés "es una competición que se nos da bien". "Siempre nos llevamos unas cuantas medallas, este año el objetivo está en irse con cuatro o cinco", apunta.

El Club Judo Binéfar es ya un clásico de la cita avilesina. Como cuenta Clager, han estado presentes en el torneo desde su primera edición. "Este torneo ha sido el antecedente a todas las competiciones de Copa de España de categoría infantil y cadete que hay ahora mismo. Antes del torneo de Avilés no había nada así en toda España. Carlos Fernández consiguió generar un gran evento que además mueve a muchas familias. La evolución que ha tenido durante estos años solo se puede definir como magnífica", comenta el aragonés, que quiere poner en valor el impacto económico que tiene una competición como el Villa de Avilés. "Yo mismo, que iré con mi mujer y mis hijos, calculo que gastaré cerca de setecientos euros durante todo el fin de semana. Multiplica eso por todas las familias que se van a dar cita en el pabellón. Es algo que se debe cuidar y destacar, al final se consigue mover mucho dinero", detalla. Ellos tendrán que hacer ocho horas de autobús para estar presentes en el Quirinal, pero reconocen que es algo a lo que ya están más que acostumbrados. "En la Copa de España tenemos que ir hasta Vigo, Santiago de Compostela, Santander… Llegamos a hacer cien mil kilómetros en un año", afirma Clager que, eso sí, dice que "mientras la competición sea de calidad, como la es el Villa de Avilés, los viajes son lo de menos". Por ello son todo un clásico de una de las citas más importantes del calendario deportivo avilesino.

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