Un aguerrido Alimerka Oviedo Baloncesto acaba cediendo ante el Obradoiro de Leo Westermann (75-79)

Alguna mala decisión, algún triple en el que el balón giró sobre el aro antes de salir fuera, una mala comunicación entre Hermanson y Townes, pequeños detalles como esos, fueron los que dejaron al Alimerka Oviedo sin victoria ante un gran Obradoiro que, pese a tener una de las mejores plantillas de la liga y pese a hacer un partido muy completo, sufrió de lo lindo para doblegar a un Alimerka Oviedo que, pese a la derrota, transita por el buen camino.

Lo hace, además, acompañado por miles de personas (fueron 4.736 los que estuvieron este sábado en el Palacio) que están apostando por el baloncesto en Oviedo y tratando de empujar a un equipo que, siendo uno de los humildes de la Liga, compite de tú a tú con una élite en la que se mide a jugadores como Leo Westermann, exjugador del Barcelona que fue decisivo en la victoria del cuadro gallego en el remodelado recinto ovetense.

Lucha hasta el final

El Alimerka peleó hasta el final y el Obradoiro tiró del talento y del oficio de unos jugadores que se equivocaron muy poco y que supieron al el conjunto asturiano en los momentos claves. Tiene que sacar el equipo azul conclusiones positivas de un duelo al que el Obradoiro llegó con la lección aprendida y al que podía haber ganado de haber tenido algo más de finura en los momentos decisivos.

Y eso que las cosas comenzaron muy mal para el equipo de Oviedo, que recibió de inicio un parcial de 0-10 cuando habían transcurrido algo más de dos minutos de juego, lo que presagiaba un día duro en el Palacio. Tuvo que parar el partido Javi Rodríguez y, poco a poco, el OCB fue cambiando el guion, con un activo Parham y con el acierto de Lobaco y Duscak para irse al segundo con una desventaja asumible (20-27).

Un plus en defensa

Estaba claro que el Oviedo necesitaba bajar la anotación de Obradoiro si quería competir. Lo hizo a base de buenas defensas y así el equipo asturiano fue sintiéndose más cómodo en ataque. Le costaba anotar a los dos equipos, pero a base de tiros libres, siendo físicos y valientes, los jugadores del OCB consiguieron irse a vestuarios a solo tres puntos (37-40) y habiendo frenado el arreón inicial del Obra.

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En el tercer cuarto, Oviedo tuvo el partido donde quería, con el marcador ajustado y secando a Obradoiro hasta que el jugador másdecisivo del encuentro, Leo Westermann, que acababa de hacer su cuarta falta personal, en vez de irse al banquillo metió dos triples de mérito seguidos que elevaron la renta del equipo gallego a nueve puntos (44-53).

Garra sin premio

Tuvo la garra el equipo azul de reponerse, como hizo cada vez que Obradoiro se distanciaba, y de agarrarse en un partido en el que casi 5.000 personas les estaban empujando desde la grada.Entre todos llevaron el encuentro al último parcial con una desventaja local de un solo un punto (57-58).

Quedaban diez minutos en los que Oviedo tenía que imponer ese trabajo y ese tono defensivo para llevarse una victoria que materializara algo que, a pesar de la derrota, es un hecho: el equipo está rindiendo a un muy buen nivel.

Un final de infarto

Se puso por delante Oviedo en la primera acción con una buena canasta de Calvin Hermanson (muy defendido, falló los siete triples que intentó), pero un dos más uno permitió a Obradoiro irse de nuevo a cinco (59-64). Un triple de Nwaokorie empató a 64 el choque, pero ese fue su último arreón. Un error en un pase de Calvin a Townes a tres minutos del final dejó ya con muy pocas opciones a un Oviedo (66-73) que a pesar de todo lo siguió intentando.

Le faltó claridad en ataque al equipo de Oviedo para superar a un Obradoiro que demostró que además de una muy buena plantilla está muy bien trabajado y entrenado. Llegarán victorias para el OCB si sigue acudiendo la gente al Palacio de los Deportes y si el equipo de Javi Rodríguez continúa defendiendo a este nivel. Así habrá más días para celebrar que para lamentar.

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